Monday, 17 de June de 2024

Cajón del desastre

Martes, 19 Febrero 2013 11:12

¡ME DOY!

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En buen plan “pido time”, así como cuando uno se agotaba del juego de las escondidas, o la condición física te provocaba una mala pasada y no podías continuar la carrera, de igual manera también podría decir “tiempo fuera” como se estila en el baloncesto, o el común “dennos chance”, incluso y podría declarar un “me rindo”, es más hasta el clásico “ahí muere” que ya declara el fin del juego, de la tortura, del machaqueo, del chingaquedito, del estoy hasta la madre de ti.
 
¿Qué podría provocar que uno esté tan hasta el gorro? Estoy de acuerdo en que la rendición de un informe de parte de cualquier autoridad ya sea a nivel federal, estatal o municipal, no sólo es una obligación constitucional, sino que también un símbolo de transparencia, de rendición de cuentas ante los electores, el pueblo, el votante, la masa, el anónimo, el Juan X, el problema en nuestro “México lindo y querido” es que dichos eventos se organizan para lucimiento particular, personal, partidista, propagandístico, chantaje sentimental, chaqueta mental, erguimiento del santo patrono a los más altos vuelos, restregada en la cara de que él sí ha podido con el paquete, que la historia nunca antes había observado fenómeno tan extraordinario, en fin, los informes del Presidente de la República, del Gobernador, del Presidente Municipal, (chingale, ahora también) de los Diputados, siempre están repletos de una numerália imposible de comprobar, donde las acciones supuestamente benefician a una cantidad nunca antes vista de habitantes, donde la siembra, recolecta, fundación, inauguración, remodelación, obra pública, bacheo, pintada, acomodada, restregada, limpiada, sacudida e introducida es ¡ÚNICA!
 
Y entonces yo pregunto ¿cuál es su gracia? ¿De qué nos presumen? ¿De qué se ufanan? ¿Acaso no se supone que para ese trabajo fueron electos? ¿Qué no por eso cobran un sueldo, más canonjías de toda índole? ¿Qué nos tienen que restregar en la cara que son la neta del planeta? ¿Por qué nos chantajean como si fuéramos imbéciles? ¿Cuándo hemos visto al barrendero que nos informe cuántos kilómetros lineales barre al día? ¿Qué médico presume que ha salvado tal cantidad de vidas? ¿Qué abogado se ufana de que ha sacado del bote a tal o cual acusado? ¿Qué ama de casa plantea y suma las horas dedicadas a cuidar hijos, marido, hogar?.
 
¡No más bombardeo! Por favor, señores funcionarios, individuos que ostentan un cargo de elección popular, no es una gracia lo que hacen, políticos de todos los colores, no presuman lo realizado a costa del salario (sustancioso) que reciben, sean modestos, traguen una pequeña dosis de humildad, dejen de gastar cientos de miles de pesos en vociferar sus “supuestos” logros, ya que esos alcances, aquellas metas, esos objetivos son nada más y nada menos que SU OBLIGACIÓN, y no un regalo, una dádiva, un sacrificio, una migaja para el pueblo que los MANTIENE, SOSTIENE, APOQUINA SU SUELDO.
 
¿Quién creen que cree sus dichos? Su propaganda política ya está por demás agotada, es insultante aquella imagen del señor gobernador mimando al secretario de infraestructura, es obvio que desea posicionarle, clamar a los cuatro vientos que es su gallo, su carnal, su cuate, que desearía con todo el corazón que se convierta en el primer poblano de Puebla y que se hospede en Palacio Municipal, pero es una pesadilla caminar ¿dos pasos, o tres? Y volver a verles las caras.
 
¿Por qué no son un poco más creativos para definir sus estrategias de posicionamiento? Por último, si realmente cada gobierno federal, estatal o municipal realmente hubiera dicho, lo que según declara que se ha hecho, ¿por qué seguimos tan jodidos? ¿Por qué aumenta el número de pobres? ¿Por qué la inseguridad sigue siendo una constante? ¿Por qué la crisis económica sigue siendo una maldición? ¿Por qué mejor no… dejan de informarnos? Y abren en realidad, cuentas, gastos, información útil para académicos, analistas y periodistas, porque así como van las cosas mejor podría exclamar que “me doy”.
 
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