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El gobernador Rafael Moreno Valle heredará un estado sitiado por empresas privadas, concesiones, compromisos ineludibles y una deuda, hasta el momento, de 21 mil 424 millones de pesos. Sí, la cifra es dos veces mayor que a la heredada por Mario Marín, a quien tanto y tanto criticó.
El mandatario se valió del modelo de Proyecto de Prestación de Servicios para entregar la entidad. La obra más cara es el Museo Internacional Barroco, el cual costará 7 mil millones de pesos y serán pagados por los sucesores de Moreno Valle. Y así sucederá con el resto de las obras: plantas de Audi, Centro Integral de Servicios, el Edificio de la Procuraduría, la Rueda de la Fortuna y otros.
Serán los próximos 4 gobiernos los que paguen los platos rotos de Moreno Valle y él se lleva la mejor parte: él inaugurará, él saldrá en todas las fotos del arranque de la obra y él se jactará de tener la paternidad de las obras millonarias.
Pero él no pagará ni el 10 por ciento de la deuda en lo que le resta de gobierno.
Aún faltan dos años de gobierno y los planes morenovallistas de continuar privatizando la entidad no se detienen…