Friday, 26 de April de 2024

Política

AMLO en Puebla, el oscuro objeto del deseo (FOTOS)

- Foto: EsImagen

López Obrador desató la feria del oportunismo en su visita a Puebla. José Juan Espinosa Torres y su esposa Nancy de la Sierra repartieron besos, abrazos y selfies, aparecieron priistas oxidados como Alejandro Oaxaca y Raymundo Cuautli. Y, de sorpresa, no se vio por ahí a Enrique Doger, Javier López Zavala o Alejandro Armenta Mier.

Por Edmundo Velázquez / @mundovelazquez /

–Crónica–

Los políticos poblanos quieren subirse al tren de MORENA y su dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador, en respuesta, advirtió que su proyecto de nación buscar modificar el país desde las élites. Aseguró que caben todos, pero la pelea no es por un hueso, un cargo, un puesto, ni de diputado, ni de presidente municipal, ni en la gubernatura, ni el Senado.

La mención fue una indirecta muy indirecta a todos aquellos políticos, la mayoría ex priistas o priistas en fuga que han comenzado a frotarse las manos como  moscas encima de fruta fresca.

Uno de ellos fue José Juan Espinosa Torres, el presidente municipal de San Pedro Cholula, quien desde temprano arribó al evento con sus huestes. José Juan trajo consigo un grupo de 3 mil 500 personas que tomaron parte de la calle 4 Norte y la primera fila después de los invitados especiales al evento. Para mostrar el punch que traía con sus simpatizantes, repartió besos y abrazos y se sacó fotografías con todos ellos.

El ex morenovallista Fernando Manzanilla Prieto fue mucho más discreto y esperó abajo del templete. Emilio Maurer, fue el primero en subirse al escenario, adornado con los rostros de José María Morelos, Benito Juárez, Ignacio Zaragoza, los hermanos Serdán, Emiliano Zapata y Cárdenas

Maurer, empresario y ex dirigente de la Femexfut, se trepó al escenario incluso antes de que empezara el toquín de la banda de rock de Los Patita de Perro y Esmeralda Guillén, quienes tuvieron a bien calentar motores de los asistentes. Al otrora accionista del Puebla de La Franja tuvieron que bajarlo para que subiera la banda y prendiera a los poblanos.

A las once y media de la mañana avisaron que López Obrador estaba por llegar. La Plaza de la Democracia, las calles 4 Norte y la Palafox de Mendoza, ya se encontraban llenas. Los organizadores dispusieron dos pantallas sobre Palafox y Mendoza para que todos los asistentes que llegaron al final pudieran ver.

Minutos más tarde, el ex priista y empresario de los autobuses ORO, Alfredo Rivera, también hizo presencia. Otros priistas como el ex alcalde de San Pedro Cholula, Alejandro Oaxaca y Raymundo Cuautli se encontraban en el lugar. Nancy de la Sierra, esposa de José Juan y ex delegada de Sedesol también repartió besos, saludos y selfies

Hasta José Juan Espinosa estaba muy sonriente con Bety Gutiérrez Müller. Nancy de la Sierra casi le recuerda que fueron contemporáneas en la reporteada; mientras Bety era la reportera estrella de Revista 102 con Sergio Mastretta, Nancy reporteaba eventos de señoras copetonas cubriendo sociales para El Universal Puebla.

Andrés Manuel López Obrador llegó puntual. La plaza poblana distó mucho de ser ese abarrotada Morelia que meses atrás coreó: “¡Es un honor estar con Obrador!”. Aunque los organizadores aseguraron que había al menos 20 mil asistentes en la Plaza de la Democracia, los números apenas rosarían la mitad de almas.

No somos iguales”, insistió AMLO en referencia al PRI y otros partidos, esos que aprobaron las reformas de Enrique Peña Nieto y el Gasolinazo:

Todos los partidos lo aprobaron, menos MORENA. Hasta los de la Nueva Tranza. No somos iguales Todos los partidos incluidos los de Nueva Tranza votaron por el gasolinazo; menos Morena. No somos iguales (…) Hace 40 años no se hace una nueva refinería; hay 6 y operan al 40% de su capacidad. Quieren que las refinerías sean fierro viejo. En MORENA no les vamos a engañar; no somos iguales. Me pueden llamar Peje, pero no soy Lagarto. No somos iguales”, dijo López Obrador.

López Obrador ante los poblanos fue como ese artista del que ya te sabes las canciones pero aún convoca. López Obrador fue como Juan Gabriel, que  sabe que le piden las mismas rolas. Usó sus mismas frases, sus mismos chistes. El tan típico “Me podrán decir Peje, pero nunca lagarto” o su más reciente éxito: “Vamos a vender esos aviones que ni Obama los tiene…”.

A los mexicanos en Estados Unidos les aseguró que no estaban solos y recalcó que en próximos días inicia con una gira por Chicago, Washington, Laredo y Nueva York. “Nosotros sí los vamos a defender”, dijo en alusión a Peña Nieto y la relación timorata del gobierno mexicano ante Donald Trump.

Pero, entre la multitud, fue sorprendente que no apareciera Javier López Zavala, quien presumió que está por treparse al tren de López Obrador. Tampoco se vio ahí a Alejandro Armenta Mier o a Enrique Doger Guerrero, quienes también han enviado guiños.

Este proyecto es un proyecto de nación. No es por los cargos”, dijo a los políticos ahí presentes.

Manuel Bartlett Díaz guardaba silencio y reía cuando lo abucheaban. Desde atrás del espacio para los miembros del Comité Directivo de Morena se escucharon los gritos de “¡Que se baje Bartlett! ¡Que se baje José Juan!”.

Los abucheos sirvieron a López Obrador para recalcar que él es el único cadenero de MORENA. El mensaje de López Obrador fue contundente: “En MORENA caben todos. Pero nos reservamos el derecho de admisión”.

Ni Peña Nieto, ni Moreno Valle, ni Salinas de Gortari o políticos de esa calaña entran ahí. “¡Lo que diga mi dedito!”, dijo López Obrador a todos esos perfiles.

El cierre del evento vino con el Himno Nacional Mexicano. Casual, José Juan Espinosa fue el único que se quedó con puño cerrado y levantado mientras todos entonaban el Himno Nacional. Algunos lo voltearon a ver de reojo. “¿Y ese ridículo?”, preguntaban entre risas desde el templete de prensa. Casual, José Juan saludaba hacia el templete de prensa, no al pueblo, no a la masa reunida, no como todos que veían al frente. No para donde miraba López Obrador. Él alzaba el puño en señal del grito de guerra tan de izquierda: “Venceremos”. Pero hacia las cámaras, hacia los reflectores.