Huaquechula, Puebla ha sido abandonado por las autoridades de todos los niveles. Dos días después del terremoto se requiere apoyo gubernamental para levantar los escombros de 130 casas que tienen daño estructural y 40 más quedaron inhabitables. Ante esta ausencia, universitarios poblanos han acudido a este municipio con sus propias herramientas a limpiar lo que la desgracia les dejó.
Este municipio del Valle de Atlixco no tiene víctimas mortales. Pero sí recibió un golpe severo que ha alterado sus signos vítales. El Convento de San Martín, aquel que construyeron los Franciscanos en el Siglo XVI con ayuda de indígenas mexicanos, y que es el principal atractivo turístico está en ruinas.
Una de sus torres se derrumbó parcialmente y los pobladores aseguran que está en pie de milagro, pues tras el movimiento telúrico se ha convertido en un cascaron inservible.
Si esta edificación no soportó el impacto a pesar de que tenía cinco siglos de existencia y se construyó con grandes rocas, las casas de adobe de los pobladores cayeron todavía más rápido.
Dos días después del siniestro, el escombró de esos hogares sigue estando a la vista porque las autoridades están rebasadas y sin capacidad de reacción.
Los hermanos Fidel y Virginia Pérez narraron a CENTRAL que cuando llegaron a Huaquechula a revisar la propiedad que les heredaron sus bisabuelos encontraron las paredes cuarteadas y algunos muros desgajados.
Fidel, de 75 años, comenzó a limpiar el escombró. De pronto llegó un grupo de jóvenes y comenzaron a ayudarle. Durante la limpieza el poblador de Huaquechula se cayó y se lastimó una rodilla. Los mismos jóvenes comenzaron a curarlo.
Minutos después de que esta brigada se fue, apareció un funcionario municipal y le recalcó que no había apoyos del ayuntamiento y la limpieza tendría que seguir haciéndola él solo.
A Huaquechula han llegado al menos 400 jóvenes con sus propias herramientas durante las últimas 48 horas. El problema es que ninguna autoridad de Protección Civil se ha acercado a ellos a decirles qué propiedades son un riesgo para que no se acerquen. Ellos hacen las labores de acuerdo a lo que observan.
René Padilla Quiroz, es uno de los líderes de brigada, y detalló que han encontrado 130 casas con daños estructural y 40 más son inhabitables.
Llamó a las autoridades a enviar ingenieros y arquitectos a esta región para que les ayuden a minimizar riesgos y se evite que se lesionen en su afán de ayudar a los pobladores.
En el zócalo de Huaquechula se concentran los grupos de jóvenes, incluidas mujeres, que comienzan a dar referencias de las casas que han encontrado con escombro y después de analizar lo que todos vieron, deciden a qué zona se dirigirán.
Los jóvenes que proceden en su mayoría de la Ciudad de Puebla están actuando por instinto. Por ello cuando encuentran trabajadores del municipio les reclaman que no estén apoyándolos y no les den más herramientas para continuar con la ayuda.