La empresa de transporte ejecutivo UBER está desesperada por conservar su operación en el estado de Puebla y por ello ha anunciado que pronto su plataforma implementará nuevas medidas de seguridad para garantizar la selección de sus choferes, entre ellas se encuentra la realización de una entrevista presencial con un psicólogo y hasta someterse a la prueba del polígrafo.
Esto se suma a las nuevas medidas que implementará el gobierno de Puebla con una reforma a la Ley de Transporte que está a punto de ser presentada ante el Congreso local para su aprobación y que incluye otras medidas como la obligación de que los choferes tomen un curso de capacitación de género ante el Instituto Poblano de la mujer (IPM).
Esta reforma, según ha informado el legislador Mario Rincón también contempla que tanto el operador, el socio patrón como la empresa asuman la responsabilidad con sus clientes de lo que pudiera pasar durante el viaje.
Además, se propondrá la aplicación de exámenes de control de confianza, pruebas toxicológicas, psicométricas y hasta socioeconómicas que tendrá un costo extra para quienes apliquen para ser choferes y serán realizadas por una empresa externa con la finalidad de evitar un conflicto de intereses.
Rincón ha adelantado que además los conductores tendrán que renovar su carta de antecedentes no penales cada seis meses y cambiar sus licencias comunes por licencias mercantiles.
Estas medidas no solo aplicarán para UBER sino para cualquier servicio ejecutivo de transporte, por lo que se dará la oportunidad de que Cabify también regrese a operar a Puebla.
En un comunicado de prensa enviado este día, UBER dio a conocer que sus pruebas ya son lo suficientemente estrictas y que en lo que va de 2017 han dado de baja a 9 mil conductores por incumplir con los requerimientos.
Además aseguran que 8 de cada 10 candidatos no cumplen con los filtros para trabajar en esta empresa.
El pasado 14 de octubre la Fiscalía General del Estado dio a conocer la detención de José de Jesús, uno de los cuatro implicados en el homicidio de Mariana Fuentes, la estudiante de la BUAP, quien trabajaba como chofer de UBER y usaba ese día una de sus unidades para asaltar.
A esto se sumó el 8 de septiembre el caso de Mara Castilla, una estudiante de la UPAEP asesinada por un chofer de la empresa Cabify, que usó para transportarse de un antro en San Andrés Cholula a su casa en Puebla.
Ambos casos encendieron las alarmas de seguridad de las empresas que brindan este tipo de transporte.