Los habitantes de la comunidad de Villa Alta, en el estado de Tlaxcala, se enfrentan a una nueva amenaza ecológica y de salud, pues además de convivir con el río Atoyac —el tercero más contaminado de México— que presuntamente ha provocado casos atípicos de cáncer en niños enfermen, ahora tienen que lidiar con el combustible que derraman los huachicoleros en el caudal, contaminándolo aún más.
El Sol de Puebla dio a conocer que el combustible que derramaron los huachicoleros en una toma clandestina en la localidad de San Lucas Atoyatenco, perteneciente al municipio de San Martín Texmelucan en la entidad poblana, se filtró al subsuelo y recorrió más de 5 kilómetros hasta llegar al municipio tlaxcalteca de Tepetitla de Lardizábal, donde se mezcló con el río Atoyac, afectando a los pobladores de Villa Alta —comunidad que pertenece a ese municipio—.
La madrugada del martes pasado, los habitantes de Villa Alta despertaron con un olor nuevo en el medio ambiente, pues por años se han acostumbrado al aroma “fétido” del río Atoyac que se cree ha causado graves enfermedades en 10 niños por los gases que emite. Pero la mañana de este martes, el aire que corre por esa población se impregnó de un olor concentrado a combustible.
Los vecinos de Villa Alta se alarmaron al ver el combustible derramado en los canales del río Atoyac que atraviesan por su pueblo, pues consideraron que podrían causar explosiones y se unieron para exigir “castigo a los responsables” y como pudieron, recogieron el combustible derramado para evitar una contingencia mayor.
El 17 de marzo de este año, CENTRAL publicó que la contaminación del río Atoyac cambió por completo la vida de los pobladores de Villa Alta. La comunidad que se encuentra entre los canales del manto acuífero, ha sufrido las consecuencias de ser el desagüe de PEMEX y el Parque Industrial Quetzalcóatl, ubicado en San Martín Texmelucan, pues desde hace 15 años, como si se tratara de una plaga, se han registrado diversos casos de cáncer principalmente en menores de edad.
Y en los últimos 5 años se han registrado 15 muertes de menores de edad por cáncer, además hay cinco casos de niños sufriendo esta enfermedad, en un pueblo que apenas y llega a los 5 mil 794 habitantes.
VER: Villa Alta, el pueblito al pie del Atoyac donde los niños mueren de cáncer