La idea de un magistrado de Buenos Aires, Argentina, sin duda que llamará a muchos la atención y podría servir para que otros jueces la tomen como ejemplo. Hace unos días, Walter Candela interceptó a una joven a la salida de una discoteque para robarle su celular.
Tras lograr su cometido, intentó escapar corriendo del lugar. Sin embargo, la mujer lo persiguió mientras gritaba que había sido víctima de un asalto, según indica Diario Popular.
Unos policías se percataron del robo y también siguieron al joven de 23 años, el que tiró al piso el celular y finalmente fue detenido por los uniformados tras varios minutos.
Al día siguiente se realizó la audiencia en el tribunal y Candela fue acusado por “robo simple en grado de tentativa”. Su abogado pidió que el sujeto no quedara encarcelado bajo una probatoria de un año, el pago de 400 pesos argentinos por el celular y trabajos comunitarios.
El juez aceptó, pero cambió el trabajo comunitario por una probatoria de dos años, en las que el ladrón deberá terminar el colegio para seguir en libertad.