El pasado mes de agosto, la tormenta tropical Earl devastó a más de quince comunidades del municipio de Huauchinango, dejando 41 personas muertas y decenas de damnificados. Después de dos meses, presidentes auxiliares, jueces y habitantes de la región denunciaron el abandono por parte de las autoridades que en su momento prometieron brindar apoyo.
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La Asociación de Presidentes Auxiliares, Jueces e Inspectorías del Municipio de Huauchinango (APAJIMH) denunció que tanto el gobierno municipal, el estatal y el federal han incumplido en dar solución a los problemas presentados luego de la tormenta.
Se indicó que decenas de casas, colonias, calles y caminos que conectan a las diferentes comunidades se encuentran intransitables. Acusaron que uno de los principales responsables es el Presidente Municipal de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo, quien afirman, en vez de llevar a cabo las obras prometidas prefiere andar de fiesta en la feria de Querétaro; ignorando tanto las exigencias de los afectados como los problemas de inseguridad del municipio y las obras de remodelación inconclusas en el centro.
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La asociación informo que es necesaria la Rehabilitación del tramo carretaro que comunica a la cabecera municipal de Huauchinango con la comunidad de Cuacuila, el cual cuenta con una extensión de 2.5 km, al igual que el tramo carretero de la junta auxiliar de Venta Grande a Teopancingo Bajo, con 7 kilómetros de extensión.
Asimismo detallaron que un total de 10 juntas auxiliares fueron afectadas por Earl. De las cuales hay 15 comunidades representadas por el APAJIMH
Alto a las obras de perforación
Pobladores de Huauchinango pidieron un alto a las obras de perforación que se llevan a cabo en el municipio, pues afirman son las principal causas de deslaves y aflojamiento de cerros en la cabecera del estado.
Anunciaron que desde hace más de dos años, la tala de árboles, las obras de perforación para la construcción de gasoductos, carreteras y construcciones de empresas particulares afectan gravemente al ecosistema de la región, volviéndolos más propensos a grandes desastres naturales.