Monday, 29 de April de 2024

Municipios

Ocho historias desgarradoras de víctimas de “Earl” en la Sierra Norte

- Foto: Especial

Decenas de historias de quienes sobrevivieron y de los menos afortunados que ya enterraron a sus muertos, llenaron las primeras planas de los periódicos locales y nacionales. CENTRAL presenta un compilado de 8 historias de milagros y tragedias ocurridas en la zona afectada

Por Karen Meza / @KarenMeza_ / / Puebla, Puebla

La noche del seis de agosto la Tormenta tropical “Earl” impactó a la Sierra Norte de Puebla, provocó que los cerros se desgajaran y que la creciente del río aumentara. 41 muertos ha dejado esta tragedia que sacudió a las comunidades más pobres de la zona, decenas de familias permanecen el albergues con la incertidumbre de que jamás podrán regresar a sus casas porque ya no existen o porque están en zonas de riesgo y un mínimo chubasco podría enterrarles la vida.

Decenas de historias de quienes sobrevivieron a la tragedia y de los menos afortunados que ya enterraron a sus muertos, llenaron las primeras planas de los periódicos locales y nacionales.

CENTRAL presenta un compilado de 8 historias de milagros y tragedias que sucedieron el pasado 6 de agosto en la Sierra Norte:

Lichita estuvo enterrada más de 15 horas bajo los escombros

La niña de tres años, Alicia “la niña milagro” Ramírez Lazcano, pasó 15 horas enterrada bajo los escombros y los restos de su casa que fueron arrasados en segundos por un alud de tierra.

Su madre Liseth Lazcano,  su hermano Agustín Alejandro Ramírez Lazcano y su tío Joaquín Lazcano Leyva intentaron salir de su vivienda cuando la precipitación aumentó, sin embargo todos murieron en el intento de huir, a excepción de Rogelio Rodríguez, el padre de la menor.

Rogelio Rodríguez narró que quedó aturdido por el ruido de la caída del cerro y que fue a pedir ayuda.

Hasta el 9 de agosto, rescatistas encontraron con vida a su hija, Alicia, con leves lesiones y consiente. La menor no lloró y tampoco pudo explicar qué sucedió pero en la región la han bautizado como “la niña milagro” ante la tragedia.

El niño David pasó la noche bajo un árbol y caminó hasta encontrar ayuda

El niño David de 4 años logró huir de la tragedia en medio de la noche del 6 de agosto. Pasó la noche debajo de un árbol y luego llegó hasta un albergue donde lo consideraron un milagro.

El pequeño caminó desde su casa, que había sido arrasada por una cascada de lodo. Nunca se dio a conocer su nombre ni el destino de su familia y su historia se mezcló con la veintena de niños que quedaron huérfanos.

Caminó solo desde su comunidad y pasó la noche bajo un árbol hasta encontrar ayuda, después de que sus papás se quedarán cuidando su casa”, reveló el usuario deFacebook Antonio Trinidad Morales.

El hombre calificó a David como un niño valiente, pues con sólo 4 años, llegó con vida a un refugio.

 

Nicolás Viveros logró rescatar lo más importante: su familia

En el municipio de Tlaola, Nicolás Viveros Cruz narró cómo toda su familia logró sobrevivir a la tormenta “Earl”, con ayuda de sus vecinos.

Con un agradecimiento religioso, el campesino de la Sierra Norte de Puebla se dijo “bendecido” porque los suyos no fueron arrastrados por el desgaje de los cerros, como ocurrió así con una treintena de familias.

Gracias a Dios estamos todos juntos, aunque les costó un poco de trabajo salir a mi esposa, mi nuera, mi otra hija, los niños y una persona que nos vino a visitar; que fue la que nos salvó, damos gracias que no nos falta ninguno”, dijo en su momento.

Para Nicolás la pérdida de sus bienes es lo de menos, pues cuenta con lo más importante: su familia.

 

El Ángel de una madre y una esposa

Se las había tragado la tierra. Ángel Hernández Mérida buscó desesperado a su esposa y su madre entre el alud de lodo que dejó el cerro en su vivienda.

Él es oriundo de la comunidad Cuauxinca de Huauchinango y pasaron varios minutos para que en la calle de la ladera encontrara a las mujeres de su vida.

Ángel Hernández, relató al Sol de Puebla que el lodo entró a su vivienda hasta 20 metros y que aturdido reaccionó para proteger a su cónyuge de 55 años y su madre de 64 años.

Estuvo a punto de ahogarse pero su desesperación fue mayor al perder de vista a la pareja y a quien le dio la vida. El hombre hizo honor a su nombre, rescatándolas de la muerte.

El niño Josué vio morir a ocho de sus familiares: "Yo chillé"

Josué es el único hijo sobreviviente de la familia Cruz Pérez que vivía hasta hace una semana entre los cerros en la comunidad de Xaltepec en el municipio de Huauchinango.

El día que “Earl” tocó a los municipios de la Sierra Norte vio morir a ocho miembros de su familia en el momento que eran sepultados en lodo.

La caída del cerro se llevó a su tía Lidia y su prima Anahí y sus hermanos Dany, Evelyn, Tony, Are y Miriam, relató el infante a Diario Cambio.

Mi tío Rufino me rescató del lodo. No recuerdo lo que vi pero chillé", expresó cuando fue entrevistado.

Hasta la semana pasada, el menor que contabilizó que perdió a ocho familiares, todos de dos a 10 años de edad. Mientras sus padres, Engracia Cruz Crisanto y Guillermo Pérez Santos estaban hospitalizados por graves facturas y golpes del cerro que se les vino encima.

En cinco minutos se perdió todo

Eran las 11 de la noche del sábado 6 de agosto. La lluvia no se detenía y la familia Pérez decidió subir al segundo nivel de una de las seis casas a niños y mujeres.

Ramiro Pérez Francisco, tío de los muertos informó a El Universal que la calle Guadalupe Victoria,  se convirtió en un río que terminó sepultando a sus sobrinos y media docena de viviendas.

Todos se amontonaron en una habitación de la casa del abuelo, porque la consideraron la más segura. Ninguno pudo hacer nada, sólo gritar y esperar al otro día.

En cinco minutos se acabó mi familia. Se fue la luz y se fue todo, nadie se lo esperaba, haga de cuenta que a una veladora le prenden lumbre y empieza a escurrir, así se vino el cerro. No tenemos nada”, dijo Ramiro Pérez.

De sus muertos, informó que estaba la joven Lidia Cruz, de 19 años, y a su bebé de nueve meses. Además de Irene y Marco, de 10 años, un bebé de menos de un año de nacido y otro más aún desaparecido.

Nos cayó la loza, por eso murieron éstos, ya sacaron al niñito y estaba todo muertito. Yo  trataba de cargarlo, pero ya no me lo dejaron los vecinos".

Ramiro Pérez es tío de Josué, el único hijo sobreviviente de la familia Cruz Pérez.

En búsqueda de herramientas para trabajar

En medio de la nada, Ángeles Cruz Márquez de casi 60 años de edad buscó entre el lodo, ramas caídas y escombro, su canasta.

Su esposo y su hijo de 20 años edad lograron huir de la tormenta cuando el agua del río, que estaba a metros de su hogar en la comunidad de Xaltepec, Huauchinango, los alcanzó hasta la cintura.

Fue uno de sus hijps, quien tiene una discapacidad cerebral, quien con sonidos y señas alertó a sus padres de que el río estaba creciendo.

Al día siguiente revisó su hogar, de todo solo quedaron el  quedó el baño y el techo, donde colocó a sus santos que de milagro están intactos, narró la madre de familia a Milenio Diario.

Para la mujer indígena, todo lo que perdió no tiene significado: un modular viejito donde escuchaban el radio; una televisión que su marido había comprado hace poco por 200 pesos y una estufa que acababa de comprar “hace 15 días” mediante pagos de 100 pesos semanales hasta llegar a los ocho mil pesos.

Ángeles Cruz está aferrada a encontrar de la nada su canasta y a quienes han apoyado en las labores de limpieza ha solicitado encontrarla.

Mi canasta de bordados, tenía mis hilos, mis guías de bordados, mis agujas, todas mis cosas de bordados. Yo me dedico a vender mis blusas, cuando necesito comprar maíz o azúcar llevo a vender tres o cuatro blusas y ya consigo dinero para comprar lo que necesitamos en la casa. Ahora ya no tengo casa, no tengo papeles, mi estufa estaba nueva, pero necesito mi canasta para poder trabajar y seguir adelante pero yo creo que ya no la vamos a encontrar”.

Bebé, un niño y su madre, murieron en lo que pensaron era un baile

“Earl” también exterminó a los miembros de la familia Francisco Celina. El sábado 6 de agosto, fueron sepultados por el cerro un bebé recién nacido, un niño de 12 años y su madre.

Petra Francisco, cuñada de la víctima explicó a Milenio Diario, que a las nueve de la noche se dieron cuenta de la creciente del río y de que la inundación alcanzó sus viviendas.

Primero escuchó ruidos extraños de los que avisó a su marido, pero esté le dijo que no se preocupara, pues seguramente “era el baile de un festejo cercano a su casa”. Sin embargo, al salir a la calle vieron que la vivienda de junto, la que habitan sus sobrinos, quedó sepultada por el cerro y huyeron para pedir ayuda.

Yo empecé a escuchar primero mucho ruido y le avisé a mi marido pero no me dijo: ‘No tengas miedo ha de ser del baile, no pasa nada’, y es que como había una fiesta pensábamos que había baile, pero luego el ruido se hizo más fuerte y cuando vimos el río ya pasaba a un lado de la casa y nos salimos corriendo, afortunadamente a mi casa no le pasó nada pero a la de mi cuñada sí, los arrastró el lodo y se murieron”.

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