Después de un mes de trayecto por el espacio exterior y luego de que cada una de sus piezas hexagonales se fuera desplegando una a una, el telescopio Webb de la NASA llegó a su órbita final.
Ahora los científicos podrán conocer más acerca de los misterios del universo y monitorear todo lo que pasa en la galaxia.
Este telescopio de grandes dimensiones se ubica a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, en lo que se conoce como el segundo punto de Lagrange Sol- Tierra o L2.
Tuvo un pequeño inconveniente para llegar a la órbita final debido a que los propulsores del telescopio dejaron de funcionar por 5 minutos, por lo que se tuvieron que encender los motores y así corregir su rumbo.
“¡Webb, bienvenido a casa!”, fueron las palabras con las que Bill Nelson, administrador de la NASA, celebró la puesta en órbita de este telescopio e indicó que los seres humanos están a un paso más de descubrir los misterios del universo y dijo que está emocionado por hacer las primeras vistas del espacio.
Este telescopio tiene capacidad para detectar señales infrarrojas y muy tenues de objetos a grandes distancias. También será protegido de los rayos del Sol y el calor pues debe estar alejado de fuentes brillantes y de altas temperaturas.
Esto es un tributo a todas las personas que dedicaron muchos años e incluso décadas para garantizar el éxito de la misión, dijo Bill Ochs, gerente de proyectos del telescopio Webb en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA