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¡Que en paz descanse! Falleció don Catarino, un comerciante de la tercera edad que vendía verduras, frutas y hierbas de olor. Era bien conocido por los vecinos del centro histórico de Puebla.

Su modesto puesto solía ocupar la esquina de las calles 9 poniente y 16 de septiembre. En el que solía poner a la venta aguacates, ciruelas, guayabas, mamey, limones, manzanilla, epazote y otros productos del campo, siempre a precios muy bajos.

Incluso desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, don Catarino salió todos los días sin falta. A pesar de que las ventas eran bajas, que había poca gente caminando por las calles del primer cuadro de la ciudad y por supuesto, que era parte de la población de riesgo por contagio de coronavirus.

Quienes lo conocieron y se convirtieron en sus clientes, reconocen que fue un hombre trabajador que nunca se rindió. A pesar de parecer un hombre solitario, siempre mostró una buena actitud y atendió de manera respetuosa a sus compradores.

El señor de la tercera edad pasó largas jornadas de trabajo en este lugar, quedándose hasta las 10 u 11 de la noche en la oscuridad, algo que sus clientes siempre agradecieron, pues sin importar la hora, sabían que don Catarino los sacaría de un apuro.

Versiones extraoficiales indican que el hombre murió el pasado 28 de marzo al interior de su domicilio a causa de un incendio en la casona de la 20 poniente, entre 5 y 7 norte, sin embargo, no se ha confirmado que sea él.

Recuerdan a don Catarino en redes sociales

En redes sociales, decenas de personas lamentaron la muerte de don Catarino y lanzaron plegarias por él, por ser un comerciante y personaje referente del centro histórico de Puebla que nunca será olvidado.

Es lamentable era muy persistente, ejemplo para jóvenes y su familia, no se retiraba de ese espacio hasta que pasara la última persona en la noche a comprarle”.

Mi mamá a veces le compraba y siempre hacía esa referencia! Cuando hay ganas todo se puede! Le acabo de contar y también se puso triste por qué si! Era un referente”.

Recuerdo siempre verlo cuando iba a recoger a mi mamá a su trabajo, que dios lo tenga en sus manos”.

Siempre le compraba al señor, además de tener calidad en su verdurita, le daba de más dinero de lo que era me daba mucha tristeza verlo tan noche vendiendo nunca supe su nombre, era muy amable, admirable ser, que DEP”.

Una persona que supo de la pérdida, colocó una veladora en su esquina, para darle luz en donde quiera que se encuentre”.

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