No todos quieren ser súper estrellas y esta es una de las historias plasmadas en “Me alegro que mi madre muriera”, el libro de la actriz Jennette McCurdy.
La exestrella de Nickelodeon narró los abusos que su madre cometió contra ella para que se convirtiera en actriz, incluso señaló que se siente aliviada de que ya no se encuentre con vida.
Conocida por ser una de las actrices juveniles más famosas durante su paso por Nickelodeon, en la cual interpretó a Sam en producciones como “iCarly” y “Sam & Cat”, McCurdy reveló que detrás de todo ese éxito se escondía una historia de abuso donde prácticamente la mantenían trabajando a la fuerza.
La actriz de 29 años sorprendió con el título “Me alegro que mi madre muriera”, en el cual cuenta que vivió su peor momento en la vida cuando protagonizaba la serie “iCarly” junto a Miranda Cosgrove, pues se sentía presionada por ser el único sostén de su familia.
A raíz de eso, desarrolló ansiedad, autodesprecio, vergüenza y trastornos alimenticios graves, adicciones y relaciones poco sanas. También relató para el medio EW, el control que ejercían sobre ella y cómo le afectó mentalmente.
Fue importante para mí explorar el abuso emocional y psicológico que soporté durante mi tiempo como actriz joven. Siento que no lo hice. No tuve las herramientas, el lenguaje o el apoyo necesarios para hablar por mí misma en ese entonces”, confesó Jennette.
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También dijo que espera que el libro sirva para alentar a las nuevas generaciones a tomar decisiones por sí mismos y negarse a los planes de sus padres para lograr lo que ellos desean.
El libro será lanzado al público en general en agosto de 2022, sin embargo, la preventa ya inició.
¿Por qué en la portada se le ve feliz?
Si bien en la portada luce alegre, ella explica que su expresión en la portada tiene un gran significado para ella.
El confeti derramándose de una urna me pareció una buena forma de capturar el humor de la tragedia, pero sabía que no quería ir tan lejos como para tirar el confeti o saltar en el aire con una gran sonrisa en mi rostro, o hacer cualquier otro tipo de lenguaje corporal/expresión facial que pueda leerse como frívolo. Al final, elegí una expresión facial que creo que se lee como sincera, un poco de dolor y un poco de esperanza”, explicó.