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Xiutetelco es un pequeño municipio de Puebla que alberga distintos tipos de maravillas: vestigios de las culturas olmeca, mexica y totonaca; un temazcal, licores artesanales, danzas indígenas y toda una tradición que recorre sus calles, construidas entre 13 pirámides que fueron devastadas con el asentamiento de la ciudad.

En colindancia con Veracruz, esta localidad de más de 40 mil habitantes esconde distintas riquezas culturales, cuyo rescate ha sido la prioridad de sus pobladores durante los últimos años.

Rafael Julián Montiel, uno de los principales rescatistas arqueológicos de la zona, destaca que el Centro Ceremonial de Xiutetelco en Puebla, compuesto de 13 pirámides, fue edificado por la cultura totonaca, la cual, tuvo una cobertura cultural en la zona norte de la entidad.

Sin embargo, de aquellos monumentos de distintos tamaños, ahora solo quedan tres pirámides, como consecuencia de una devastación cultural que inició con el arribo de los españoles a la región, quienes destruyeron estos centros para edificar sus nuevos hogares.

Esta conducta fue heredada por los pobladores. Rafael Julián explica que, con el paso de los siglos, la gente construyó en los alrededores de las pirámides, ocupando las piedras sus casas y chiqueros, lo que derivó en la conformación del pueblo hoy conocido, donde incluso hay viviendas edificadas a metros de las tres pirámides que sobreviven.

“Estás 13 pirámides son las que formaban el Centro Ceremonial de Xiutetelco y hoy en la actualidad, lamentablemente, nada más nos quedan tres grandes, una pequeña y un pedazo de plataforma. Es todo lo que queda del gran Centro Ceremonial que tuvo Xiutetelco”, comenta Rafael Julián a CENTRAL.

Mapa de pirámides de Xiutetelco
Mapa de pirámides de Xiutetelco

Un museo que resguarda los vestigios de tres culturas

Un pequeño edificio de fachada rosa, frente al Palacio Municipal, alberga más de 3 mil 290 piezas registradas ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), correspondientes a las civilizaciones olmeca, totonaca y mexica.

El Museo Comunitario de Xiutetelco es un paseo por la historia a través vasijas, silbatos, cuernos, cabezas de hacha, cabezas olmecas, bastones de mando, molcajetes, y demás piezas halladas a lo largo de la historia, en una región de la entidad poblana caracterizada por intercambios culturales entre civilizaciones.

Así lo explica Rafael Julián, también fundador y director del museo, quien detalla que las piezas de la cultura olmeca corresponden al periodo preclásico, que se remonta al año 3 mil A.C. Todos los objetos exhibidos fueron hallados en el municipio y en los alrededores, ya que no solo Xiutetelco, sino toda la región es rica en pinturas rupestres, petroglifos y zonas arqueológicas.

“Toda esta zona está virgen en el aspecto de investigaciones. No se ha explorado como debe de ser. Está en abandono. Sí, pediríamos a las autoridades de toda esta zona que nos apoyen para rescatar lo que nos queda de vestigios arqueológicos”.

Rafael Julián
Rafael Julián

La forma en que las piezas convergen de manera inaudita en un solo sitio tiene una explicación. El experto precisa que los descubrimientos se deben, en parte, a que las culturas asentadas no tenían panteones como los conocemos actualmente. Optaban por sepultar a sus seres queridos en casas o terrenos, “y con ello parte de sus pertenecías”.

Los hallazgos hechos en Xiutetelco a lo largo de los siglos, se deben a que en la región es común la extracción de chayotextle, un producto derivado de la raíz del chayote, cuyo hallazgo solo es posible excavando hoyos profundos, por lo que su búsqueda a derivado, accidentalmente, en el descubrimiento de piezas arqueológicas.

El Museo Comunitario abre sus puertas de martes a domingo, en un horario de 10:30 a 16:00 horas. Existe una cuota voluntaria.

Temazcal recreativo y curativo, una parada obligatoria

Según Pablo Miranda Pérez, cronista de Xiutetelco, cada entrada al temazcal es un proceso de regeneración espiritual y físico, donde el contacto con la naturaleza da a la persona una nueva revitalidad.

Es igual de importante que el temazcal se encuentra en una zona considerada como un antiguo consejo de ancianos, quienes se asentaban en espacios alejados “para encontrar la calma”.

Para ingresar, las personas deben aceptar un ritual de agradecimiento, permiso y aceptación. Pablo Miranda explica que, desde un inicio, piden permiso a las “abuelas fuego”: piedras al rojo vivo que, ceremoniosamente, son trasladadas al interior del temazcal.

Temazcal en Xiutetelco
Temazcal en Xiutetelco

Antes de entrar al reducido espacio que puede albergar hasta a 50 personas, los asistentes deben abrir los brazos y decir su nombre ante el humo del copal, para que “el seno de la Madre Tierra” abra el camino de la purificación.

Al interior del temazcal, mientras inicia, el maestro de ceremonia rinde cánticos en tambor para empujar el proceso y agradecer a la naturaleza. Pablo Miranda detalla que existen dos tipos de temazcal en Xiutetelco: aquel enfocado a una limpieza espiritual, y otro destinado directamente a problemas de salud.

Este último lleva un proceso distinto, donde incluso acuden madres que recién han dado a luz para reducir el tamaño de su vientre. El temazcal atiende durante todo el año; sin embargo, existen eventos especiales con rituales especiales, como el Octavo Encuentro de Equinoccio de primavera, que tendrá lugar del 18 al 22 de marzo próximo. 

Xiutetelco y su aguardiente orgánico

Las civilizaciones griegas y mexica han coincidido en pensar en el alcohol como un producto elaborado para los dioses. Siglos después, Carlos Julián García, de apenas 29años, es uno de los pocos pobladores que mantiene viva la tradición del aguardiente orgánico en la región.

En 2020, al inicio de la pandemia del coronavirus, fue empujado hacia esta bebida por la necesidad de hallar una actividad que pudiera darle una mejor solvencia económica. Es decir, como si se tratase de un llamado de los dioses.

De los anaqueles del librero familiar, extrajo el recetario de su abuelo, donde su antecesor dejó asentados distintos tipos de aguardiente medicinal.

El retorno a la tradición trajo por resultado a Cuatro Elementos: un aguardiente orgánico que tarda 15 días en producirse y que, tras el primer trago, no deja un sabor agresivo en la boca, producto de la técnica de maceración.

Aguardiente orgánico de Xiutetelco
Aguardiente orgánico de Xiutetelco

Danzas indígenas en Xiutetelco: una pugna por la memoria para combatir la extinción

Una fila de cinco niños avanza hacia adelante, con una distancia de tres metros entre otra fila idéntica, todos moviéndose en un paso sincronizado, inclinándose, yendo hacia atrás y girando en círculos bajo el ritmo de un tambor, tocado por un pequeño menor de diez años.

No es un baile típico escolar; tampoco un movimiento improvisado. Estefan Hernández Bautista explica que es una danza única, nacida en Xiutetelco. Rodeado de los diez pequeños, el hombre de 46 años indica que esta tradición se mantiene por el esfuerzo de los menores, pero principalmente, por el aliento de salvar la tradición del olvido.

Su temor no es pequeño. Según su propio cálculo, “más o menos han desaparecido de ocho a diez danzas” indígenas en los últimos años. Estefan Hernández es el último de su familia en mantener la costumbre.

Define que su “misión” es legar esta tradición —la de su padre— a los pequeños que ahora bailan, quienes deberán elaborar sus propios instrumentos musicales y continuar con el proyecto.

Esta es una de las 19 danzas indígenas que durante todo el año se realizan en Xiutetelco en Puebla, por motivo de las fiestas patronales. Aunque suelen bailar de manera individual en distintas zonas del municipio, todas las danzas coinciden el 24 de junio, en la celebración de San Juan Bautista.

Xiutetelco es una opción para quienes busquen escapar de la rutina y conocer un lugar distinto al resto de los pueblos mágicos de Puebla. 

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