Puebla es una de las ciudades más bonitas de nuestro México, y también uno de los cuatro estados más importantes del país. Por eso es difícil que los poblanos pasen desapercibidos y nos ganemos unas cuantas críticas y seamos un poco incómodos ante los ojos y oídos de nuestros connacionales. Estas son algunas de las cosas que se dicen de los poblanos.
Aunque nos duela, es bien sabido que muchas personas de otras entidades no nos aman y no somos santos de su devoción por tener una personalidad diferente que algunos califican de difícil e incluso que tenemos costumbres distintas.
Por si no te imaginas lo que otras personas dicen de los poblanos en tierra azteca, aquí un vistazo de lo que según ellos perciben de nosotros y que hemos escuchado en varias ocasiones.
Los poblanos nunca tenemos frío
Así es, según nuestros paisanos puede hacer mucho frío o mucha lluvia y nunca vamos a recurrir a los suéteres. Esto puede ser porque tal vez seamos de sangre muy caliente, pues no importa en qué estación del año nos encontremos, siempre vamos a ver a alguien en shorts, sandalias o vestido corto sobre todo cuando se trata de irse de fiesta a Cholula o el antro de moda. Prueba de ello es el poeta Leo, un personaje icónico de la ciudad al que todos conocen como “el pelón del centro”, que siempre vemos en shorts, descalzo y sin un suéter de por medio.
Lo sabemos todo
Se dice por ahí que los poblanos sabemos toda la historia clara y exacta del Cinco de Mayo, sus hazañas y todo lo que ha pasado a través de los años en la ciudad, al grado de convertirnos en historiadores que cada que tienen la oportunidad intentan contar los acontecimientos sobre la victoria de México ante Francia a través del protagonismo de Puebla.
Somos muy fresas y mamones
La mayoría de la gente que viene de fuera perciben que somos muy frívolos a la hora de vestir, mamones y groseros en la forma de tratar a las personas. Se dice que en Puebla si no eres de la religión católica “no importas” y por otro lado piensan que llegamos a ser doble moral cuando se trata de educación y dinero. La realidad no es así, la mayor parte de la gente es un amor, tal vez estás referencias sólo fueron una mala experiencia con alguien que iba de mal humor ese día.
Somos muy fiesteros
Al visitar la ciudad de Puebla se dan cuenta que aquí la fiesta es de lunes a domingo, ya qué hay muchos jóvenes universitarios viviendo en la capital poblana y no cabe duda de que es un lugar colorido de día y de noche en todos los sentidos.
Somos adictos a la grasa y al picante
Se dice que la comida poblana es reconocida internacionalmente, porque entre más grasita y picante mejor, por eso tenemos platillos como los tlayoyos, chalupas, mole, chiles en nogada, memelas, molotes, cemitas y pipián que son un claro ejemplo de eso.
Somos “mochos“
Los visitantes creen que por la gran cantidad de iglesias que existen por toda la ciudad, somos fans ricos de la religión. Muchos nos consideran muy religiosos, persignados y muy cerrados. Pero sabemos que no es así, pues al ser una ciudad joven se podría decir que los poblanos ya estamos acostumbrados a ver de “todo” sin caer en pánico.
A los poblanos nos gusta aparentar lo que no somos o tenemos
Se dice que los poblanos –según los foráneos– somos presumidos, les gusta aparentar cosas que no tienen o que no son. Dicen que aquí es imposible que alguien no tenga coche porque creen que es lo máximo. Lo mismo pasa con la forma de vestir pues siempre se arreglan como si fueran a una entrega de premios incluso si sólo tienen que ir al centro comercial, algo que no sabemos si es negativo o positivo.
La mayoría de las observaciones de los foráneos hacia nosotros son muy agradables y ni siquiera ciertas, pero aun así esto solo es una percepción general, pues cada poblano tiene su esencia y personalidad, así como su forma de ser con los demás. Y no hay duda que aun siendo “fresas”, nos quieren, pues que sería de todo México sin el hermoso, increíble y humilde estado de Puebla y su gente.