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“Sí me da miedo, se corre el riesgo, pero hay que hacerlo, es un negocio del que dependemos muchas”, señaló Noemí Acosta, una estudiante de Puebla de Diseño Gráfico y neni que se dedica a vender artículos por internet en sus tiempos libres.

A pesar de las precariedades que enfrenta por ser una “neni” en Puebla, Noemí, de 22 años, aseguró que es una actividad que no piensa dejar, ya que complementa gran parte de sus ingresos económicos. 

En entrevista para Rayas, esta chica emprendió hace 2 años su propio negocio de playeras impresas y venta de cupcakes, para pagar sus estudios universitarios ante la falta de oportunidades laborales para estudiantes. 

De esta manera puede repartir su tiempo entre las clases y el trabajo, ofreciendo sus productos en redes sociales; “cerrando pedidos” para acordar el punto de entrega. 

Mantener su pequeño negocio no es fácil, mucho menos cuando se es estudiante, pero vale la pena luchar por sus sueños y demostrar el poder que tienen las mujeres independientes y dedicadas, motivadas a mejorar su calidad de vida y la de sus familias. 

Para Noemí, lo más difícil de ser una “neni” en Puebla es la inestabilidad económica ya que no existe un ingreso fijo, en comparación de otros empleos. Algunas veces vende mucho, otras no tanto, sin embargo, los gastos siguen siendo los mismos cada mes. 

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en México existen 5.2 millones de microemprendedoras que representan la generación de 9.5 millones de pesos de ingresos diarios.  

Del 82% de las mujeres emprendedoras, más de 4 millones viven en la informalidad. 

En segundo lugar, al ser sus propias jefas, no cuentan con la posibilidad de afiliarse al Seguro Social. En el momento en que llegan a enfermarse, tienen que recurrir a servicios de salud privados a bajo costo, por lo que deben destinar parte de sus ganancias a consultas y medicamentos en caso de ser necesario, recortando una vez más su sueldo. 

“Siempre pienso qué pasaría si me enfermo o si tengo que hacerme una cirugía, qué va a pasar si no tengo cómo pagar. Eso es algo serio de lo que nadie habla, pero ni modo, así le hacemos porque no hay de otra. Tengo amigos asalariados que no les dan seguro, ya ni eso es garantía de que te lo van a dar, por lo menos aquí yo mando y trabajo a mi ritmo”, dijo Noemí.

Otra de sus más grandes preocupaciones es la inseguridad que se vive en las calles, en ocasiones que puede experimentar por parte de los mismos clientes.

“Me pasó una vez que una chava se puso súper grosera porque hubo un malentendido con el pedido de cupcakes. Me reclamó y amenazó que iba a traer a su familia a golpearme, pero es la única vez, solo me ha tocado lidiar con clientes que te quedan mal pero sí me da miedo que nos vayan a robar un día, porque luego hay gente muy rara en el Paseo Bravo”.

Tan sólo dos semanas después del incidente, se enteró que dos de sus compañeras fueron asaltadas a unas calles del Centro Histórico, llevándose el dinero de las entregas que habían hecho ese mismo día, lo que deja entrever el riesgo de esta práctica no regulada. 

Señaló que, desde hace unas semanas, ha notado más la presencia de personal de la Secretaría de Gobernación del Ayuntamiento de Puebla, ellos constantemente les dice que no pueden vender en vía pública, y las intimidan diciendo que serán detenidas por elementos policiales. 

Aunque ella y otras nenis han creado una red de apoyo vía whatsapp para no ser víctimas de un asalto o criminalizadas por el tipo de actividad que practican, siguen sintiéndose inseguras. 

Mencionó que recientemente ha decidido cambiar de lugar de entrega en el Paseo Bravo –siendo el lugar habitual– a otro más concurrido y/o menos problemático, debido a la situación que vivió hace unos días su compañera Leslie Alcántara.

La criminalización de las nenis: el caso de Leslie Alcántara 

Leslie Alcántara es estudiante de la Facultad de Comunicación de la BUAP y fue detenida por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, el pasado 22 de enero. Permaneció incomunicada y desaparecida por 24 horas.

La detención ocurrió en la calle 9 Sur entre las avenidas 3 y 5 Poniente, donde la joven y su mamá vendían productos cuando un sujeto, al parecer un policía que no contaba con ninguna acreditación, acusó a la joven por la venta de estupefacientes.

Dos días después, las autoridades boletinaron a la joven. La versión emitida por la SSP indica que ella y 7 personas más tenían bajo su posesión 194 dosis de cristal, 39 de marihuana, un arma de fuego y 100 cartuchos útiles.

Después de la presión mediática del caso y exhibir que se habían fabricado delitos en su contra, Leslie, Ana Angélica F., Belén Verónica P., Héctor Miguel P., Berenice M., Argelia T. y José Fernando A fueron liberados sin cargos

¿A dónde pueden acudir y realizar entregas de manera segura?

En Revista Rayas queremos verte segura, por eso creamos un listado de 5 establecimientos donde las nenis pueden realizar sus entregas de manera segura y sin ningún costo, en algunos casos les ofrecen agua y conexión a internet gratis a manera de apoyar su emprendimiento. 

Checa la lista AQUÍ.

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