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Aunque desde agosto del año pasado entraron en vigor las modificaciones de ley para castigar la Violencia Vicaria en Puebla, madres víctimas de la colectiva CAM CAI continúan en busca de justicia.

Y es que, pese a notar interés en los mandos de la Fiscalía General del Estado (FGE) y del Poder Judicial (PJE), este no parece llegar al personal que día con día atiende las denuncias.

Andrea Lezama Bonilla, vocera de la Colectiva Madres Exigiendo Justicia contra la Violencia Vicaria, compartió a CENTRAL que la falta de voluntad del personal para aplicar la ley, provocó que hace unos días Fabiola y su hijo no pudieran reencontrarse.

Lo anterior, luego de poco más de ocho meses de haber sido separados por el padre del menor y expareja de Fabiola, Carlos N. Quien, de no haber sido anulada su audiencia, se habría convertido en el segundo hombre a nivel Latinoamérica en ser vinculado a proceso por violencia vicaria.

En su lugar, expuso que el juez Francisco Javier Martínez Castillo prefirió “no vincular al agresor, antes que proteger a las víctimas”.

Pues a pesar de mostrarle que la integridad del menor y la madre están en riesgo, no se les juzgó con perspectiva de género. Ni mucho menos, preponderando el interés superior del menor, situación que habría permitido mantener en resguardo al hijo de Fabiola de sólo 2 años.

Fabiola iba con toda la esperanza de que su hijo fuera ingresado por lo menos al DIF”, dijo.

Ahora, Fabiola no sólo teme por su integridad, sino por la de su menor, al desconocer la situación en la que vive. Pero, también, por no saber si continuará en el estado. Pues podría ser llevado a otro ante la falta de la aplicación de la Ley contra la Violencia Vicaria por la que las integrantes de CAM CAI lucharon.

Fabiola, víctima de violencia vicaria, lleva más de medio año sin su hijo

Desde el 23 de julio del año pasado, Fabiola González Huerta emprendió una lucha en Puebla para volver a tener entre sus brazos a su pequeño hijo.

En entrevista, compartió que su agresor se lo arrebató con violencia y complicidad con su familia. Sin tomar en cuenta que existe un convenio que da a Fabiola la guardia y custodia del menor, mientras que, a su padre las visitas.

Mi lucha inicia el 23 de julio del 2022, desde el momento en el que el padre de mi hijo me lo arrebata y me niega llevármelo”.

Tras una convivencia fue a recogerlo, pero Carlos se lo negó, pelearon, ella fue encerrada y después de escapar pidió ayuda al padre de su agresor. Sin embargo, no la ayudó y luego de ser golpeada, la hija menor de Carlos le quitó a su hijo y se lo llevó.

Cuando quiero ir atrás de ellos me detiene a golpes y ahí empieza mi lucha, mi sufrimiento. Porque es un ir y venir a tocar puertas con todas las autoridades y es la fecha, ya casi a nueve meses, que nadie me devuelve a mi hijo”.

Fabiola, describió a su agresor como violento y con problemas de alcoholismo y drogadicción, situaciones que lo han llevado a conocer personas peligrosas. Mismas por las que teme que algún día sea agredida mientras camina por las calles, pues en cada oportunidad él la ha amenazado.

Violencia vicaria carece de difusión para ser visibilizada, pero no de red de apoyo

Aunque al iniciar su lucha, Fabiola desconocía que era víctima de violencia vicaria, encontrarse con Andrea significó para ella “una luz en el camino”.

Fabiola expuso que iniciar este peregrinar es enfrentarse al desinterés y minimización por parte de las autoridades. Pero, también implica invertir tiempo y el dinero con el que en ocasiones no se cuenta cuando como ella –proveniente de Tepeaca-, debe trasladarse a Puebla.

Cuando tú tienes esos problemas tienes que venir diario, cuando te toque cita o sin que te toque, debes estar pendiente y exigiendo que hagan su trabajo”.

No obstante, gracias al apoyo recibido a través de la colectiva CAM CAI, su vocera Andrea y el abogado Christian Hernández Arellano. Así como el de legisladores o políticos como Aurora Sierra y Leobardo Rodríguez, subrayó que confía en que pronto volverá a ver a su pequeño.

Confío porque no estoy sola, porque la Fiscalía me otorgó su apoyo, porque el abogado y la Colectiva de Madres Amorosas está luchando y trabajando en mi caso y con otras mamás que son víctimas de la indiferencia de las autoridades”.

Andrea Lezama, hoy vocera de CAM CAI, emprendió su lucha contra la violencia vicaria desde el 18 de junio de 2016. Después de que su expareja le arrebató a su menor de entonces un año y se lo llevó a Baja California Sur.

Luego de diversos obstáculos por recuperarlo, fue hasta hace apenas dos años que por fin pudo verlo nuevamente.

En su caso, el juez sí juzgó con perspectiva de género y con interés superior del menor, quien después de ser enviado al DIF de Puebla fue entregado a Andrea.

Es hasta apenas hace dos años cuando logro entender que soy víctima de una violencia que a pesar de que existe desde hace muchos años en México, apenas comenzó a ser escuchada”.

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Basada en su lucha contra la violencia vicaria, tanto Andrea como Fabiola y el abogado Christian Hernández, solicitarán un cambio de juez. Y una próxima audiencia para lograr la vinculación a proceso del agresor de Fabiola y la pronta reunión con su hijo.

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Claudia Hernández

Claudia Hernández

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la BUAP. Reportera desde 2019 en fuentes de Educación, Cultura, Movimientos Sociales, Religión e Iniciativa Privada en medios de la capital poblana.