Un jurado popular de España declaró culpables de asesinato a dos sospechosos de la muerte de un empresario local, víctima de una trampa a través de la aplicación de citas Badoo.
José Antonio Delgado Fresnedo, de 54 años, fue secuestrado, torturado y enterrado vivo en 2019, después de acordar una cita con una mujer por internet en la ciudad de Zaragoza. Al llegar al encuentro, se trasladaron a un lugar apartado donde varios hombres le robaron y le pegaron hasta creerlo muerto.
Durante el juicio, el tribunal consideró culpables a Hendangeline Candy Arrieta, conocida como “Dulce Ángel”, y a Mohamed Achraf. El Fiscal y la acusación particular pedían 32 y 35 años de prisión, respectivamente, para cada uno.
Además, se reclama una indemnización de 327 mil euros (370 mil dólares) para la familia de la víctima, padres, un hijo y dos hermanos, informa El Mundo.
En este contexto, la defensa ha adecuado sus solicitudes de pena al veredicto del jurado y ha solicitado 20 años por asesinato, dos por robo, otros dos por detención ilegal, así como seis meses de cárcel por estafa.
Los especialistas forenses señalaron este jueves que la muerte fue “lenta y agónica”. La autopsia determinó que fue salvajemente agredido, presentaba un traumatismo craneal y otro torácico. Asimismo, concluyeron que Delgado falleció por un fracaso respiratorio y shock hemorrágico “con presencia de tierra en faringe, laringe, esófago y estómago”, lo que indica que murió después de ser enterrado.
Si vas a usar una app de citas, debes saber esto antes
En febrero de 2019, REVISTA RAYAS publicó que las aplicaciones para tener citas (dating apps) se habían convertido en un fenómeno global.
Existen compañías como Tinder o Bumble valuadas en miles de millones de dólares y con cientos de millones de usuarios en el mundo.
Pareciera que estas aplicaciones son emblemáticas de la condición moderna, donde la vida ocurre virtual o digitalmente y en la que las personas están demasiado ocupadas para salir a buscar una pareja, y donde los antiguos modos de “ligar” ya no funcionan como antes.
Hay algo que los usuarios de estas apps deben saber: las empresas no están realmente interesadas en ayudarte a encontrar pareja o ni siquiera pensadas en ligar. Lo que (más) les interesa es que pases más tiempo dentro de su plataforma.
Pasar más tiempo en la aplicación no sólo hace más probable que adquieras algunas de sus funciones premium, sino que cada minuto que pases es monetizado y cada swipe que haces es tomado en cuenta para la creación de algoritmos más efectivos (es decir algoritmos que te hacen pasar más tiempo en estos sitios).
Esto es algo que pasa en muchas redes sociales: las personas entran a las aplicaciones en estados de ánimo vulnerables. De ahí que apps como Tinder o Bumble estén diseñadas para que pasen gran cantidad de tiempo, gamifican o ludifican el sexo y el amor: lo hacen una especie de máquina tragamonedas, como en Las Vegas. Y como es sabido, el juego está arreglado para que la casa (casi) siempre gane.
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