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Al volcarse la lancha en que viajaban, cuatro personas se ahogaron en el lago de Valsequillo. El accidente ocurrió porque el conductor de la lancha manejaba a exceso de velocidad y con sobre cupo.

La tarde del 20 de marzo de 1972, Sara Higinio y los hermanos Aguilar estaban en la zona de “La Boquilla” cuando Alberto García los invitó a dar un paseo en lancha a la otra orilla del lago.

De acuerdo con el testimonio de Guillermo Aguilar, el conductor de la lancha lo ignoró cuando le pidió que disminuyera la velocidad de la lancha.

A un agente del Ministerio Público, el sobreviviente también explicó que en varias ocasiones el motor del bote se apagó.

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Las personas que se ahogaron no sabían nadar

Cuando la lancha volcó, tres de los hermanos Aguilar y el conductor se hundieron porque no sabían nadar.

Sara Higinio, Guillermo y Jaime Aguilar lograron aferrarse al casco de la lancha. A los pocos minutos, los rescataron personas que viajaban en otros botes.

Al ver a los pasajeros que se sumergieron, varias personas ingresaron al lago para rescatarlos pero no encontraron sus cuerpos.

Debido a que ya no contaban con suficiente oxígeno y porque era de noche, el equipo acuático de la Cruz Roja y elementos de Rescate y Primeros Auxilios de Puebla pospuso la búsqueda de los cadáveres para el amanecer.

El rescate en Valsequillo

Al mediodía del 21 de marzo, los socorristas rescataron los cuatro cuerpos del lago y agentes del Ministerio Público trasladaron los cadáveres al anfiteatro del Panteón Municipal.

De acuerdo a la información de un diario local, el accidente ocurrió porque la lancha solo tenía capacidad para cinco pasajeros.

Familiares fueron testigos del rescate de los cadáveres que realizó el equipo acuático de la Cruz Roja.
Elementos de la Cruz Roja y del equipo de Rescate Acuático y Primeros Auxilios trasladaron en una camilla el cadáver de uno de los jóvenes que se ahogó en el lago de Valsequillo. Creditos: Especial / El Sol de Puebla

Cuando los padres de Alberto García reconocieron su cadáver, declararon que su hijo trabajaba como vigilante de una cabaña y que sus jefes eran los dueños de la lancha que conducía.

Con información del periódico El Sol de Puebla. Fondo: Hemeroteca Pública “Juan Nepomuceno Troncoso”, perteneciente a la Secretaria de Cultura del Estado.

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