Este fin de semana leía acerca de teoría política y tuve una plática sobre teoría política. Resulta que los políticos se adaptan al medio ambiente, sobreviven, se agazapan, pero una y otra vez regresan.
Pueden tardar meses, años o décadas en volver, pero siempre vuelven. Regresan a los puestos, a los cargos de elección popular. Entonces, los panistas, los calderonistas, regresarán.
En Puebla, los priistas que fueron desterrados por Moreno Valle y luego por Barbosa, han regresado. Y con eso, no digo que sea malo, tampoco bueno. Dejémoslo en que regresaron, sí volvieron al lugar que alguna vez ocuparon.
Por ejemplo, mis amigos Gerardo Mejía y David Espinosa, priistas de sepa, que han estado en todas las administraciones priistas, que fueron diputados locales, están de vuelta.
Ambos despachan en la SEP. Ocupan direcciones importantes, fueron invitados por Isabel Merlo y parte de un acuerdo de las esferas políticas. Ahora ya están ahí, ocupando esos cargos estratégicos.
Luego está el exalcalde de Acajete, Miguel Ángel Adauta Hoyos, igual del viejo régimen. Bueno y él fue nombrado director de Educación Media Superior cuando su máximo logro fue haber sentado las bases de la delincuencia en ese municipio.
Pero insisto, así es la política, así son los políticos, los cargos públicos, los cargos de elección popular, están diseñados para que, entre ellos, entre esta clase, los ocupen, se los repartan, lleguen a sentarse y luego se vayan, para que otra vez, con el paso del tiempo regresen.
¿Resultados?
Ya veremos si los hay. Lo dudo mucho. Pero mientras, los amigos del PRI ya regresaron y que no nos extrañe que, en unos años, los que ocupen esos mismos lugares sean los morenovallistas.
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