En noviembre de 2021, en Central entrevistamos a la secretaria de Movilidad y Transporte, Elsa Bracamonte. Ni Viridiana Lozano ni su servidor dábamos cuenta de lo que estaba revelando.
Por primera vez, el gobierno del estado dio los detalles del motivo por el que Guillermo Aréchiga salió tan abruptamente de la dependencia, custodiado por policías estatales a medianoche.
En la Secretaría se había cometido un fraude millonario, en el que salieron estafados los concesionarios del transporte público con el programa de monitoreo y conectividad, el cual según inhibiría los asaltos en las rutas.
La historia ya la sabemos: ese programa nunca se echó a andar, los micros jamás fueron conectados al C5 para una respuesta inmediata, ni se instalaron botones de pánico y las cámaras de videovigilancia.
Pero resulta que quienes fraguaron la estafa fueron nada más ni nada menos que el hijo de Aréchiga, quien lleva el mismo nombre que el señor político, y el chiapaneco Yassir Vázquez que solo vino a robarle a los poblanos.
Los dos diseñaron la estafa y el supuesto convenio marcó que firmaron 21 empresas, 13 de ellas fantasma y los 7 restantes propiedad de Guillermo A. Jr.
Este convenio dejaba fuera al gobierno del estado para supervisar, auditar y entregar los recursos, o simplemente como testigo de la repartición de los botines de pánico, cámaras y conectividad.
Por lo que terminó siendo un asunto entre particulares. No cabe duda de que el hijo de Aréchiga y Yassir hicieron el negocio no solo del sexenio sino de la década, por eso espero que pronto caigan también pues son todos unos delincuentes de Cuello Blanco.
Ojalá que también el gobierno del estado logre recuperar el dinero de los concesionarios, porque fueron víctimas de una gran estafa, y aunque no son santo de mi devoción, aquí perdieron ellos y los usuarios del transporte público.
Recordemos que los concesionarios presionaron tanto al gobierno del estado con el aumento del pasaje, y se les concedió a cambio de implementar dicho programa y cumplir con todo lo que se pedía.
El programa aún no está en marcha, no hay una cifra exacta de cuánto se robaron los Aréchiga y Yassir, mientras que sigue habiendo asaltos al transporte público.
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