Pues resulta que el primo del gobernador Miguel Barbosa Huerta, Julio Huerta quien es director General de Gobierno anda buscando desesperadamente un encuentro con López Obrador.
El motivo de este encuentro es para hacerle ver la “importancia para Puebla” que el gobierno interino quede en manos del barbosismo.
Y por supuesto, él quiere ser la nueva cara de dicho grupo. Se presentará como el primo más querido por Barbosa y el que le puede dar continuidad al proyecto.
El plan B de Julio Huerta es mi amigo Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien es líder del Congreso del Estado. Además, un político con gran oficio y que sabe todo acerca de las negociaciones y construcción de acuerdos.
El problema es que López Obrador no negocia, él solo dice lo que se tiene que hacer y punto. En su visita a Puebla trazará la ruta crítica para el estado y el encargado de ejecutarla será Adán Augusto López.
Esta misma situación se vivió con la muerte de Martha Ericka Alonso en 2018. Cuando Olga Sánchez, entonces secretaria de Gobernación federal llegó a Puebla al homenaje de los Moreno Valle, los morenovallistas quisieron negociar el Interinato para su grupo político y el PAN y de Palacio Nacional recibieron un rotundo “No”.
Tendrán que ser muy hábiles Julio Huerta y Sergio Salomón para lograr esa interlocución y convencer a López Obrador de que lo mejor será que la gubernatura interina quede en manos del barbosismo.
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Lamentablemente el gobernador Miguel Barbosa fue víctima de una serie de eventos desafortunados. De entrada de la Secretaría de Salud lo mandaron a revisión con un cardiólogo de apellido Ayala, quien atiende en el Hospital Puebla.
El gobernador ya estaba en fase de preinfarto y se fue poniendo peor en el transcurso de las horas. Luego lo trasladaron al Hospital de Traumatología y Ortopedia Rafael Moreno Valle para una atención oportuna. Ya estaba inconsciente en dicho momento.
Pero resulta que no había medicamentos, insumos ni nada para la intervención ante un infarto y esa fue responsabilidad de la directora de Operación de Unidades Médicas del Estado, Ilse Tarango Gómez, de 26 años y que de Salud no sabe nada.
Llegó a ese cargo porque es hija de una alta funcionaria del estado. El caso es que esta muchachita tiene a los hospitales del estado sin medicamentos, sin equipo, sin nada. Y ante eso a los médicos no les quedó más remedio que darle a Barbosa masajes cardiorrespiratorios para reanimarlo.
Pero fueron tantos y en exceso dichos masajes que le fracturaron una costilla que le perforó el pulmón izquierdo. No solo eso, hasta corrió el riesgo de ser electrocutado porque ni siquiera le quitaron la cadena de oro que colgaba de su cuello.
Por supuesto, cuando llegó a la CDMX en helicóptero acompañado del secretario de Salud, José Antonio Martínez y del cardiólogo Ayala, el escenario ya era desolador para el gobernador.
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