En 2015, Rafael Moreno Valle y Enrique Peña Nieto nos vendieron la idea de que con la llegada de Iberdrola a Puebla habría progreso, desarrollo y una gran detonación económica. Además de que miles de familias poblanas serían beneficiadas con el suministro de energía eléctrica.
Para instalar el parque eólico de Iberdrola en los municipios de Quecholac, Esperanza y Palmar de Bravo, se dispusieron de varias hectáreas de campesinos a quienes por año les pagan 4 mil pesos por metro cuadrado, o eso hasta donde nos quedamos. Imaginen para los millones de pesos que se lleva Iberdrola desde hace 7 años, pagar esa cantidad, resulta una ofensa.
Y más ofensa es el hecho de que Iberdrola haya sido una gran mentira de los gobiernos de Rafael Moreno Valle y de Enrique Peña Nieto. Ahora nos enteramos, gracias a una nota de mi compañera Elena Domínguez, que esta empresa no abastece de energía eléctrica a ciudadanos, tal y como lo prometieron y anunciaron.
Los beneficiarios con la producción de energía eléctrica son empresas de acuerdo con la información de mi compañera. Y en especial una firma es la más beneficiada, resulta que este parque eólico dota de luz a las tiendas Soriana, si esta empresa que está muy vinculada a Peña Nieto.
Imaginen, le quitaron las tierras a los campesinos, les pagan una especie de renta anual de 4 mil pesos por metro cuadrado cuando Iberdrola se lleva millones de pesos, y encima de todo ni siquiera abastece de energía eléctrica a los pobladores, solo empresas.
Tampoco han cumplido con la promesa de realizar más inversiones en el estado, de hacer una gran cobertura de energía eléctrica ni nada de lo que establece el contrato que firmaron ni lo que anunciaron en aquel lejano 2015 cuando este parque fue inaugurado.
Bajo esta lógica, por supuesto que la reforma eléctrica es necesaria para que el control de la generación, las inversiones y todo lo demás, vuelva al estado, solo esperemos que no sea una tomada de pelo y que de verdad beneficie a la gente.
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