La mañana de este miércoles 23 de noviembre una militante de Morena, ex delegada de Gobernación fue atacada a balazos después de llevar a sus hijos a la escuela, Karla Venancio se encuentra hospitalizada y está grave.
Por supuesto, deseo su pronta recuperación. Pero me sorprende que a estas alturas ni la dirigencia estatal de Morena encabezada por Olga Romero ni el gobierno del estado, hayan fijado una postura al respecto.
No hay nada, pareciera que simplemente no les interesa, pese a que fue servidora pública y es militante de Morena, además de fundadora.
E independientemente de eso, el hecho de que cualquier ciudadano y en especial una mujer, sea víctima de un ataque de esta naturaleza, tendría que encender los focos rojos del estado y del país. Vaya en 6 meses ya tres mujeres fueron atacadas de manera similar: por dos sujetos a bordo de una motocicleta.
Ahí tenemos el caso de mi querida Ceci Monzón, así como el de Esmeralda Gallardo, la madre buscadora. Ambas perdieron la vida en el instante del ataque y ahora Karla Venancio, quien se debate entre la vida y la muerte. En 6 meses tres mujeres han sido Víctimas de un artero ataque.
Eso es motivo suficiente para indignarse, para pedir justicia, para que haya focos rojos. Pero hasta el momento con el caso de Karla al parecer nadie se ha escandalizado. Ni en su propio partido, ni su supuesta dirigente.
Eso me lleva a pensar que no le interesa porque no es de su grupo, no es su secuaz y por eso no hay postura de la dirigencia estatal de Morena o del lugar en el que trabajó.
Lo único que resta es pedir por su pronta recuperación.
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Y otra que dejó de ser secuaz de Olga Romero es Karina Pérez Popoca. Ahora me voy enterando que en realidad desde hace tiempo todos en su grupo político le hacían el feo, nadie la quería.
Le llamaba a sus “compañeros” de grupo pero me la ninguneaban re gacho. Es más, ni la querían en la dirigencia estatal como secretaria de Mujeres.
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