Sí, yo también estoy harto de escribir sobre Morena, pero es lo de hoy y más en el estado de Puebla.
Es más, ya ni me sorprende que alcaldes morenistas, priistas, panistas, perredistas, de Nueva Alianza y Compromiso por Puebla, estén a cargo de la operación para la renovación de la dirigencia estatal de Morena.
La misma estrategia fue usada por Eric Cotoñeto y Julio Huerta el pasado 10 de abril para la revocación del mandato. Ellos encargaron a los alcaldes de todos los partidos acarrear a los poblanos a las casillas. Sí, al mero estilo del PRI y luego dicen que no es cierto.
Mi amigo y compañero Bryan Rivera llevó una nota acerca de los 52 presidentes municipales de todos los colores, sabores, tamaños y gustos, que se encargarán de acarrear a la gente para que elija a los consejeros estatales de Morena, que a su vez elegirán al nuevo dirigente estatal.
Claro, la meta es que el grupo político de Eric Cotoñeto y Julio Huerta se quede con Morena. Los alcaldes harán el trabajo sucio y me queda claro que será bastante sucio porque están pagando el voto de a 100 y 200 pesos.
Sí, el voto de los poblanos acarreados costará o está costando 100 pesos en los municipios más pequeños y en los grandes de 200 pesos. Encima de todo salieron bien codos, pero bueno, al final si alguien tuviera, que dar ese dinero, serían los interesados, o sea los dos personajes líneas arriba mencionados.
No solo se echó a andar la aplanadora, yo diría que es toda una avalancha. Bajo esas circunstancias no habrá nada que puedan hacer los otros grupos de Morena. Ese triunfo ya está más que cantado y así no sabe. Incluso, algunos morenistas ya ni quieren participar al ver el escenario tan tendencioso.
Es evidente que aquí ganará alguien a como dé lugar, usando todos los recursos que están a su alcance. Y el nombre que ocupará la silla que dejará Aristóteles Belmont ya está más que cantado, es Agustín Guerrero.
Así hasta yo.
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