Era evidente.
Por mucho que Olga Romero sea muy chingona, una mujer disciplinada y muy inteligente, le faltan tablas políticas. Le falta oficio, operación.
Así lo demostró en la rueda de prensa que dio este martes. No solo hizo una declaración de la que después se retractó y que dijo que los periodistas sacamos de contexto.
Más bien, nunca se dio a entender ni fue clara en lo que quiso transmitir.
Pero más allá de eso, fue evidente que el director de Delegados de la Secretaría de Gobernación del Estado, Andrés Villegas y el secretario General de Morena en Puebla, Agustín Guerrero, le llevan mucha ventaja en esto del arte de hacer política.
No solo eso, los compañeros que estuvieron sentados muy cerca de ellos o parados muy cerca, escucharon cómo Agustín Guerrero es el que dirige la orquesta. Por ejemplo, Jorge Mota quien es secretario de Finanzas, le preguntó algunas cosas al secretario General y el respondió: “Lo vemos en la oficina”.
El propio Andrés Villegas le consulta varias cosas a Agustín Guerrero, entonces Olga Romero tendrá que aprender mucho en poco tiempo, para poder dirigir a Morena y seguirles el paso. Su primer reto será el futuro de Karina Pérez Popoca como secretaria de Mujeres de Morena, pues a un mes de que tomaron protesta ya hay rupturas al interior del Comité Ejecutivo Estatal.
Y sí, se puede perdonar cualquier cosa menos una traición, eso lo saben muy bien los amigos de este grupo político, por lo que no dejarán pasar ni una. En la guerra hasta los enemigos consideran más valiosa la lealtad que cualquier otro valor.
Hay que ver cómo lo resolverá Olga Romero o si no es que la decisión ya fue tomada por Agustín Guerrero.
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Un merecido homenaje para Bárbara Ganime. Tuve oportunidad de conocerla desde que trabajó en el Ayuntamiento de Enrique Doger y posteriormente se hizo diputada local en la LVII Legislatura. Fue una mujer muy trabajadora y de muchos valores y convicciones.
Ahora me entero que fue víctima del cáncer, que en los últimos meses de vida sufrió mucho y que una de sus últimas voluntades fue que se legisle a favor de la muerte asistida. No puedo imaginar su sufrimiento y dolor, pero sí puedo decir que en Puebla la recordaremos como una gran política, una gran mujer, muy excepcional.
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