“Acepta desafíos que impulsen tus límites”, James Clear.
Hoy estamos empezando el segundo trimestre de este 2022, todavía me acuerdo de la cena de Navidad y año nuevo de 2021. El tiempo en épocas de covid está volando, por eso que hay que estar muy buzos en los indicadores económicos financieros a nivel global.
Con esto de la guerra entre Rusia y Ucrania, muchos indicadores financieros se han visto alterados, tenemos la inflación de muchos países, el precio de los combustibles como la gasolina, el diésel, y hasta el tipo de cambio de algunas divisas. En especial me gustaría comentarles lo que está sucediendo con el gas a nivel mundial y en México.
En definitiva, el gas en Europa se ha vuelto un tema estratégico porque dependen en gran escala de la oferta de Rusia. Con la guerra, este último país incrementó el precio un 61%, llegando a 311 dólares el metro cúbico de este energético.
Aquí hay dos posiciones, evidentemente Rusia utiliza este incremento como un método de financiamiento para solventar los gastos de guerra, y por otro lado los europeos, en el corto plazo, no tienen de otra que aguantar este incremento. Estados Unidos, Catar y Australia han comentado el interés de ayudar, pero el problema es que la forma de ofertar este producto es a través de barco, un mecanismo no óptimo para competir contra los gasoductos rusos.
El antecedente es que antes de la pandemia se producían 4.2 billones de metros cúbicos de gas natural en el mundo. Europa consume el 15% de este energético; los países que más dependen del gas ruso son: Alemania, Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Italia, Macedonia y Polonia.
En México, producimos 133 mil de metros cúbicos de gas e importamos 167 millones de metros cúbicos de este energético. Desafortunadamente quemamos mucho del gas que extraemos por no tener la infraestructura para almacenarlo.
Veamos que sucede en estos días, donde Putin dijo que a partir de hoy el gas se cobrará en Rublos y no en dólares americanos.
Comentarios: Jorge.medinasal@gmail.com.
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