La nieve de limón del Chico Maravilla

En todas las familias y los grupos siempre tenemos a la tía insidiosa, o el primo que es bien tenebras.

Aquel personaje que no la arma de jamón en público pero en privado tira caca hasta con pala.

Ese que se vende como insustituible, ultra necesario, el que las puede todas y todo lo soluciona.

Su método es fácilmente detectable.

Genera una serie de comentarios –a diario– tóxicos de baja intensidad, queda bien con Dios y con el Diablo y cuando ve que es posible escalar en la cadena alimenticia da el zarpazo y después lo niega hasta la saciedad.

Insisto, todos tenemos uno de esos en la oficina, en la familia, en los grupos de “amigos”.

Todos.

Y aunque se venden como muy aplicados y chingones usualmente esa visión histriónica de su personalidad deja migajas, como las de Hansel y Gretel.

Si usted no lo ha notado comenzó a crecer un témpano de hielo entre Julio Huerta Gómez, el heredero natural del Barbosismo –Barbosismo que se niega a morir– y el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Y esa frialdad entre los personajes llegó a un punto el viernes de la semana pasada que exhibió un punto en el que no hay retorno.

Vaya, ya hay pleito, que no esté cantado de frente es otra cosa.

¿Y quién se encargó de regar esa plantita de odio, tenebra e incidía sistemática?

Se trata de un personaje que entretelones se encuentra muy bien acomodado, tiene un puesto envidiable porque le puede echar la culpa a quien guste y él jamás se hará responsable por lo que salga mal en cuanto a política interior en el estado.

Se trata de “El Chico Maravilla”, Andrés Villegas Mendoza, el subsecretario de Gobernación.

El mote lo acuñó en un evento público el gobernador Sergio Salomón Céspedes y desde entonces Villegas parece que flota.

Así como en su historia política creció y ascendió al poder dando braguetazos a diestra y siniestra, también ha tenido que empinar a varios y varias.

Y parece que el próximo a empinar para llegar al estrellato es su propio jefe, Julio Huerta Gómez.

Y es que Villegas presume ser la mano que mueve al secretario de Gobernación, Julio Huerta.

Se autonombra como el verdadero movilizador detrás del “Monster”, como ya ubican a su jefe Julio Huerta.

Pero no hay una verdadera mano detrás de las capacidades de Julio Huerta y del “Chico Maravilla” Villegas.

La verdadera capacidad de ambos personajes se llama presupuesto.

Dicen por ahí que cualquiera hace negocio teniendo lana.

Y en este caso también cualquiera hace política con el presupuesto del estado.

La tirada de Villegas ahora es tensar la relación entre el gobernador y el secretario de Gobernación, sacar de la ecuación a los últimos Barbosistas, crecer independiente o paralelamente al proyecto de Sergio Salomón Céspedes pero seguir presumiéndose  como indispensable.

El rumor de la salida intempestiva de Julio Huerta se filtró desde Casa Aguayo.

Si juega “¿Adivina quién?” con la foto que tuiteó el Gobernador Sergio Salomón Céspedes el día 24 de febrero dará con el responsable del rumor.

¿Quién gana más de cumplirse esta versión?

¿A quién le urge? ¿O quién la anhela?

¿Quién filtró detalles de una supuesta “licencia”?

Y el mayor beneficiario en la imagen es Andrés Villegas.

En teoría, se vende ya como el principal candidato a ser encargado de despacho en la Secretaría de Gobernación en caso de que el próximo a abandonar el gabinete estatal fuera Julio Huerta.

Pero esos cálculos de Villegas son “por si se ofrece”, ¿verdad?

¿Qué más quiere? Así quiere su nieve de limón “El Chico Maravilla”.

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Edmundo Velázquez

Edmundo Velázquez

Es egresado de la carrera de Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y cursó la maestría en Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos...