El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina logró algo que parecía imposible.
La fotografía de los 7 aspirantes que aparecerán en la encuesta para definir al Coordinador de los Comités de Cuarta Transformación en Puebla.
La imagen no tiene pierde y demuestra algunos síntomas de la recta final en la definición al candidato a la gubernatura de Morena para el 2024 en Puebla.
En la fotografía aparecen de izquierda a derecha el secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, después el exdelegado de Bienestar, Rodrigo Abdala Dartigues, el coordinador de diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, a continuación el maquiavélico Andrés Villegas, presidente del Consejo Estatal de Morena –muy cuestionado sobre su imparcialidad en el proceso interno–. A continuación aparece Olivia Salomón Vivaldo, exsecretaria de Economía quien flanquea al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Del otro flanco del gobernador está Olga Romero Garci Crespo, la presidenta solamente de membrete del partido en Puebla. Le sigue la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco, así como la exsecretaria de Bienestar, Liz Sánchez. Y rematan la foto el senador Alejandro Armenta Mier y Julio Huerta Gómez, exsecretario de Gobernación y primo del difunto Miguel Barbosa Huerta.
Primero el que se exhibe emocionado, vehemente, a gusto, encantado y con una sonrisa atornillada es Alejandro Armenta. Pareciera que quiere saltar de la foto y demostrar, comprobar o recalcar que cuenta con Julio Huerta, como él se ha encargado de repetir. Julio Huerta por su parte luce cordial, pero hasta ahí. Pero no voy a caer en hacer mal el trabajo de mi amiga Edurne Ochoa y jugar a “El Cuerpo no Miente”.
La foto es patente de un hecho que se ha repetido constantemente. El gobernador Sergio Salomón Céspedes como pegamento. Como factor de cicatrización en momentos de polarización para Puebla. Llámenlo pragmatismo, llámenlo colmillo político. Llámenlo como quieran. El único que logró una fotografía así en momentos tan disímbolos ha sido el gobernador.
Por cierto, los siete aspirantes tienen cita ahora en Ciudad de México. Este día tendrán que pasar por las oficinas de Mario Delgado, líder nacional de Morena, para conocer las especificaciones de la recta final del proceso de selección. Ya van por lo menos 15 días y tendremos candidato de Morena.
¿Fue destape el “¡Estoy listo!” de Eduardo Rivera?
En Periódico Central tuvimos un debate sobre si el informe de Eduardo Rivera Pérez, alcalde de Puebla, fue un destape al 100 por ciento o no.
Habrá que señalar ciertas puntualizaciones para que usted, querido lector, tome o no sus propias decisiones para definirlo como tal.
Primero, el recinto de la Arena GNP no había sido usado para un momento tan espectacular al estilo rockstar desde el evento de agradecimiento de Martha Erika Alonso Hidalgo en 2018 donde sumó nuevamente a toda la coalición para callar los dichos de fraude. Fue ahí mismo y lo hizo como un acto de fuerza después de que llenó en su cierre de campaña el estadio de béisbol Hermanos Serdán. Igual llenó con más de diez mil personas el lugar.
Segundo, Marko Cortés, el líder nacional del PAN en su visita previa a Puebla exigió definiciones al momento en que él mismo adelantó un forzadisimo destape. Incluso recalcó que Eduardo Rivera tenía que dar señales de vida el día de su informe.
Tercero, tuvo como testigo a la virtual candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez. El alcalde Eduardo Rivera en su mensaje habló de las ventajas del gobierno de coalición y le subrayó en sus palabras a Gálvez que era lo más conveniente para buscar tanto la presidencia como la gubernatura.
Cuarto. Si queremos más señales estuvo reunido el PAN en pleno. Incluso aquellas y aquellos que ven en Eduardo Rivera un factor de riesgo para sus propios planes políticos como la senadora Nadia Navarro, el diputado federal Mario Riestra, la diputada federal Ana Teresa Aranda y un largo etcétera. Si el alcalde panista convocó y convenció en que se le sumen en unidad quiere decir que ya se sentó con ellos a hablar larga y tendidamente para contar con su apoyo.
Quinto. Eduardo Rivera exhibió su ventaja competitiva de sobreponerse a los números en campaña. No solamente mencionó que le ganó al invencible Morena y a Claudia Rivera Vivanco en la capital de Puebla. Además subrayó lo mal y cuestionado que terminó el primer gobierno 100 por ciento de izquierda en Puebla Capital.
Sexto. El mensaje “¡Estoy listo!”. Más allá del “Puebla, soy tuyo”, es un “estoy listo pero no me dejen solo”. Y eso también debe ser un reflejo en temor y precaución de lo que pasó Xóchitl Gálvez en cuanto se desinflaron sus números una vez que bajó la euforia por “la señora X”.
No hay punto séptimo pero sí una pregunta. ¿Qué tanto negoció Eduardo Rivera con la dirigencia nacional para hacer un acto así de vehemente? Porque si algo tiene el alcalde panista es discreción y contención en sus propias definiciones y actos. Siempre se guardó hasta el último momento sus declaraciones. Incluso ese era el debate. Nuevamente sale a destaparse con una advertencia al calce, “si ustedes quieren”. ¿Entonces fue destape o no?
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