Doce años de Central (o las hermosas cosas…) 

Debo admitir que no soy el más creyente del rebaño.  Aunque de adolescente estuve tentado en ser seminarista nunca he sido religioso ni Papá Dios me llamó a su servicio. Gracias a Dios.   Pero, cuando las cosas se ponen rudas soy ese receloso que se niega a decir: “Dios, soy yo otra vez”.  A lo largo … Sigue leyendo Doce años de Central (o las hermosas cosas…)