Contando los centavos y tirando los billetes

La razón de ser de una cualquier empresa es generar ganancias (vaya “misterio” diría usted), no importando si es de servicios o manufacturera, el objetivo es el mismo. Cuando una empresa ha crecido y empieza a manejarse por áreas o departamentos, inicia un momento riesgoso (organizacionalmente hablando), pues el dueño o socios, ya no tienen toda la visibilidad de los procesos; y aunque la intención se mantiene, la perspectiva de los empleados empieza a desvirtuarse.

Mientras que un empleado se desempeña en un rol específico para obtener un salario, un patrón o alto directivo, ve todo con enfoque en el dinero, claro, no por eso se convierte en un ser avariento y sin escrúpulos, no debemos mal interpretar, (https://www.youtube.com/watch?v=bEmjiCoZ6e4).

Entre más grande es la empresa, la administración se torna más compleja, dificultando que una que una sola persona domine todos los procesos (finanzas, mercadeo, calidad, compras, recursos humanos), a menos, claro, que sea Tony Stark o Bruce Wayne, uno nunca sabe (https://www.youtube.com/watch?v=WBoT5ylE50g).

Una vez entendido el enfoque y el alcance de lo que es una empresa, inicia el reto de la buena administración, pues las gerencias deben tomar todo tipo de decisiones que inevitablemente impactaran en el negocio, PERO existe un riesgo si no están alineados los “ojos del negocio”.

Si bien es probable que la empresa ya cuente con un sistema de trabajo e incluso con un sistema de calidad, repentinamente surgen las fricciones o el “espíritu de fariseos” entre el personal que tiene gente a su cargo, ya que al buscar “quedar bien” con sus superiores, no se detendrán en hacer señalamientos para desacreditarse uno al otro… y es precisamente ahí donde “lo más visible” son los pequeños detalles (o sea los centavos), por ejemplo: criticando un procedimiento “frágil”, exceso de material “mal acomodado” (cuyo costo es mínimo), bonos limitados, viáticos, entre otros.

Al iniciar “la guerra”, se boicotea el trabajo de otros, ahora sí, impactando en los altos costos (los billetes), tales como tiempos muertos, cobro a clientes, costos de infraestructura, mala planeación, entrenamientos, material que “no se mueve” (inventarios), etcétera.

Si lo anterior no le queda claro, imagine que usted provee a dos amigos de confianza, unos “carritos” para venta de hamburguesas en la calle, proveyendo todo lo necesario (incluyendo las carnes); en donde usted solo está contratando el “servicio” de ellos, pero en algún momento ya iniciado el negocio, surgen fricciones entre ellos y empiezan a pelearse y boicotearse. Uno de ellos le lanza una “carne quemada” al otro, después el otro “le vacía” el frasco de mayonesa, en respuesta, el otro le provoca una fuga de gas en su tanque, y así, día con día vengándose uno del otro. Al final, después de muchos ataques, uno de ellos “se rinde” y renuncia, entonces el “victorioso” le comunica a usted que se fue el empleado más toxico e incompetente… por favor, haga un esfuerzo y trate de no reírse o llorar, siendo usted el dueño, el único perdedor fue usted, haga un cálculo de cuánto “material” se hecho perder y cuánto dejo de vender por permitir las “pequeñas venganzas” de su personal.

Con esta analogía, ahora escalemos estas guerras en una empresa que maneja miles de pesos o dólares a la semana (incluso llegan a utilizar el sistema de calidad como arma), donde por cuidar “los centavos” se tiran “los billetes”, si los dueños de empresas o altos directivos no cuidan estos aspectos, seguirán tirando mucho dinero, pero eso si ¡con estilo!

El diálogo de hoy: – en una empresa manufacturera –

Supervisor.– Jefe, ayer no completamos las órdenes de producción, mucho material se echó a perder.

Jefe.– ¿Qué sugiere para evitar esto nuevamente?

Supervisor.– El ensamble del producto es difícil, la gente requiere más entrenamiento, recomiendo contratar dos entrenadores de tiempo completo para que preparen mejor al personal antes de pasarlos al área formalmente.

Jefe.– ¿Está usted loco? ¿contratar más personal que no agrega valor? busque otras opciones.

Un mes después

Gerente de área.– Me complace en anunciar a la alta gerencia, que hemos reducido en un 10% el personal que labora en nuestras áreas, la empresa ha ahorrado el salario de varias personas.

Vicepresidente.– Entiendo que ahora tenemos menos personal, ¿pero que ha pasado con el incremento en el desperdicio de material? El costo del material es 30 veces más que todo el salario de las personas que nos “ahorramos”, ¿cómo explicarlo?

Gerente de área.– Señor, no tengo la respuesta, pero buscare a los responsables directos de esta “falla”, los otros gerentes no están trabajando en equipo, es necesario revisar los procedimientos, tal vez son muy ambiguos, “el sistema” no está funcionando, el área de calidad no se involucra, planeación no se coordina y recursos humanos no contrata personal competente.

Vicepresidente.– Ya nada más le falto decir que los astros no están alineados y que es mala suerte.

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Cesar Rios Hernández

Cesar Ríos

Ingeniero Industrial, egresado del instituto tecnológico de Ciudad Juárez, Chihuahua, norteño de sangre sureña. Miembro de la ASQ Asociación Americana de Calidad. Labora en la Industria Maquiladora...