Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande” quien fuera uno de los altos mandos del Cártel de “Los Beltrán Leyva” fue presentado ante la Corte en Estados Unidos como parte del juicio en contra de Genaro García Luna.
“El Grande” se presentó como uno de los testigos en contra de Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad de México durante la presidencia de Felipe Calderón.
Este lunes 23 y hoy martes 24 de enero, las acusaciones del narcotraficante exhibieron que se unió al crimen organizado tras años trabajando de policía, aseguró que vio en varias ocasiones a García Luna para pagar sobornos de parte del Cartel de Sinaloa que podrían haber ascendido, en algunos casos, a los 1.5 millones de dólares mensuales.
El abogado de García Luna advirtió en el inicio del juicio que no existen “ni documentos, ni fotos, ni videos” y que algunos de los testigos “buscando vengarse de quien lideró la guerra contra el narco”.
Sin embargo, el fiscal reiteró en su alegato inicial que García Luna era un miembro activo del cartel y no un mero colaborador.
Los señalamientos de “El Grande”
“El Grande” aseguró ante el jurado que el cártel creció con ayuda del gobierno mexicano y que García Luna apoyó activamente al grupo que entonces dirigía Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Era de gran ayuda porque pudimos crecer y minimizar a nuestros rivales”.
El nombre clave con el que se referían a García Luna era “El Compa” o “El Tartamudo” y también dijo haber estado presente en una veintena de esas transacciones económicas.
El narcotraficante declaró que García Luna comenzó a colaborar con ellos cuando ya era director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y se le siguió pagando hasta la muerte de Arturo Beltrán Leyva ocho años después.
Los pagos a García Luna entre los años 2001 y 2004 llegaron al millón y millón y medio de dólares mensuales y a cambio, la AFI garantizaba una ruta libre para que el cartel transportara sus cargamentos.
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También les entregaron camionetas, uniformes y credenciales que los identificaban como agentes de la AFI y que les permitían camuflarse y portar armas.
García Luna, secuestrado
Además, el narcotraficante exhibió detalles sobre la ruptura en el interior del cártel de Sinaloa y la guerra surgida después entre la facción de “El Chapo” e Ismael “El Mayo” Zambada y la de los hermanos Beltrán Leyva, junto a quienes él trabajaba.
El conflicto estalló con la detención de Alfredo Beltrán Leyva, hermano de Arturo en 2008. La detención se dio como fruto de una traición en el cartel, afirmó el Grande.
Sin embargo, Genaro García Luna “seguía trabajando para todos” y advirtió que “era neutral” y el problema era entre los líderes del narcotráfico.
La detención de uno de sus líderes provocó el enojo de los Beltrán Leyva y al comprobar que el supuesto pago de sobornos no les estaba garantizando protección Arturo Beltrán mandó secuestrar a García Luna.
El secuestro ocurrió en una carretera del estado de Morelos y lo llevaron ante él.
“Esto lo hago para que veas que para mí no hay imposibles”, le habría dicho el capo al ex funcionario, antes de dejarlo en libertad.
También declaró que García Luna ayudó al cartel con un contacto en Israel para conseguir aparatos de intervención de comunicaciones para espionaje.
Asimismo, según su testimonio, el acusado facilitaba el nombramiento y el cese de agentes en cualquier parte de México a petición de los narcotraficantes.
Nos ayudaba a deshacernos de comandantes y jefes de la policía en cada plaza”, afirmó.
Tras las preguntas de la Fiscalía, el abogado de García Luna interrogó a “El Grande” sobre su pasado criminal y su participación en secuestros y asesinatos para tratar de cuestionar su credibilidad.
El letrado trató de desmontar algunas de sus declaraciones y le preguntó sobre supuestas grabaciones que probarían las reuniones entre García Luna y Arturo Beltrán Leyva.
“El Grande” dijo que tenía conocimiento de esas cintas, pero que nunca las tuvo en su poder.
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