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Sin Embargo

Ciudad de México.- La compañía Baker Hughes reveló que no hay conflicto de interés en el arrendamiento de una casa en Estados Unidos por parte de José Ramón López Beltrán, hijo del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, y su esposa Carolyn Adams, a un exdirectivo de la empresa, ni irregularidades en los contratos que tiene la empresa con Petróleos Mexicanos (Pemex).

En conferencia de prensa, Bob Pérez, vicepresidente de Baker Hughes para México y Sudamérica, expuso que Grupo R. McConnell realizó una investigación interna en México y Estados Unidos; esto tras la información que la involucra con la renta de una casa en Houston al hijo del Presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán y a su esposa Carolyn Adams.

Con motivo de las diversas publicaciones relacionadas con el arrendamiento de un inmueble propiedad del Sr. Schilling, un exempleado de la empresa, a la Sra. Adams y con el objetivo de esclarecer con total transparencia dicha situación, Baker Hughes solicitó una investigación a una firma independiente y especializada en investigaciones y cumplimiento normativo (compliance), la cual concluyó que Baker Hughes no tuvo participación alguna en dicha operación. Por lo anterior, Baker Hughes niega cualquier conflicto de interés en relación con información relativa al arrendamiento de la propiedad privada de este exejecutivo y nuestras operaciones en México”, detalló en un comunicado.

Además, aseguró que Baker Hughes no tuvo ninguna participación en la transacción de arrendamiento mencionado. La residencia en cuestión nunca ha sido propiedad, ni ha sido gestionada directa o indirectamente por la empresa.

La casa pertenecía a Keith Schilling, quien se incorporó a nuestra empresa en 2016 y dejó la compañía el 31 de diciembre de 2019. El Sr Schilling nunca trabajó en ninguna área relacionada con México ni con o para clientes mexicanos. Keith Schilling fue el líder de Baker Hughes en Canadá en el año 2019. Anteriormente, fue director comercial y de ventas en la empresa para la región de Norteamérica, la cual, de manera interna, atiende exclusivamente a Estados Unidos y Canadá. México no está incluido en la región de Norteamérica para Baker Hughes. Internamente, las ventas y operaciones en México están organizados dentro de la entidad separada denominada Latinoamérica y Sudamérica”, agregó.

La revisión concluyó que la transacción de arrendamiento entre Keith Schilling y un tercero se considera una transacción de curso ordinario en condiciones de igualdad entre esas partes. No tiene ninguna relación con ningún negocio de Baker Hughes en México o de otro tipo. La empresa no tenía conocimiento del acuerdo de alquiler ni recibió ningún beneficio de este.

Tal y como informó inicialmente el Sr. Schilling a Bloomberg el 4 de febrero, el contrato de arrendamiento se firmó con un tercero con el que el Sr. Schilling afirma no haber tenido ningún contacto o relación previa. La declaración del Sr. Schilling y la revisión de este asunto por parte de la empresa que realizó la investigación para Baker Hughes, indican que la transacción se celebró a través de un proceso de solicitud de arrendamiento convencional y en su momento, acorde a condiciones de mercado”, añadió en el documento.

Baker Hughes detalló que con respecto a su relación con Pemex se ha proporcionado una explicación detallada de los contratos y de cómo fueron licitados y adjudicados en pleno cumplimiento de las leyes establecidas.

Hemos completado de manera proactiva una revisión interna de nuestros contratos y tratos comerciales con Pemex a partir de 2016, y no hemos encontrado registros de que Keith Schilling esté involucrado, nombrado o mencionado en ninguna documentación. Seguimos teniendo certeza de que no existe ningún conflicto de intereses o relación entre nuestra empresa, el señor Schilling, Pemex y un tercero”, puntualizó.

Baker Hughes es una empresa de tecnología energética con operaciones en más de 120 países. En México opera desde hace más de 60 años.

López Beltrán ya había negado supuesto conflicto de interés

El pasado 13 de febrero, José Ramón López Beltrán aseguró que “no hubo ni habrá” conflicto de interés sobre su situación contractual, ya que no tiene injerencia en el Gobierno de su país, luego de ser señalado junto a su esposa Carolyn Adams de vivir en una casa en Houston, Texas, propiedad de un empresario de una compañía que hace negocios con la empresa estatal Pemex.

En el año 2018, tome la decisión de seguir ejerciendo mi profesión de abogado, hasta que decidimos en familia mudarnos a los Estados Unidos. En la actualidad y desde el año 2020 trabajo como asesor legal del desarrollo construcción para KEI Partners. Una empresa privada en Houston a través de la cual recibí mi visa de trabajo TN”, indicó en un mensaje a través de redes sociales.

Soy un ciudadano privado, y no tengo injerencia alguna en el gobierno de México. Mis ingresos provienen al 100% de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés. Les pido respeto en mi vida privada y la de mi familia. Gracias por su atención y comprensión, José Ramón López Beltrán”, añadió.

Adams también publicó un comunicado a través de la cuenta de Twitter de López Beltrán. “Pasaron los años y conocí a José Ramón y consecuentemente formamos una familia. Por las circunstancias decidimos salir de México para seguir preservando nuestra privacidad y no causar ningún tipo de conflicto de interés. Siempre hemos trabajado y JUNTOS seguiremos construyendo con y para nuestros hijos”, señaló.

Mi vida siempre ha sido privada y me he mantenido al margen de cualquier circunstancia, pero dada la situación quisiera hacer unas aclaraciones: En las últimas semanas mi familia se ha visto gravemente expuesta por un sin fin de noticias falsas publicadas en distintos medios de comunicación, difamándonos y calumniándonos, perturbando nuestra vida privada, algo que es inadmisible. Todo lo que se ha dicho y publicado sobre nosotros en referencia a cualquier vinculación con la compañía Baker Hughes es FALSO”, añadió.

Adams explicó que salir de México, “decidimos rentar una casa en la cual, en la actualidad, ha dado de que hablar y ha generado información distorsionada”. “YO renté una casa por un año. José Ramón seguía en el trámite de su visa para residir y trabajar en Estados Unidos”, dijo.

Aquí se tiene que usar a un agente inmobiliario CON licencia y rara vez se conocen las partes (arrendador y arrendatario). Todo se hizo bajo formalidad, reglas y requisitos estadounidenses: contrato, depósito en garantía, rentas mensuales (como cualquier otro) Aunque en México trabajé en el sector energético, jamás tuve relación alguna con Baker Hughes ni ninguno de sus ejecutivos”, aseguró Adams.

Después de rentar, dijo, adquirió “una casa hipotecada como cualquier ciudadano en este país y el banco se encargó de revisar a detalle todo”. “Tengo un vehículo que sigo pagando, detalle que no incluyeron las supuestas ‘investigaciones’. Expusieron a base de calumnias y difamación nuestra seguridad. A continuación, adjuntó una parte de las conversaciones con el agente inmobiliario que les ayudó a encontrar la casa.

Por último, la esposa de López Beltrán señaló que tienen a su disposición “TODAS las pruebas”. “Y estamos dispuestos a entregarlas a las autoridades correspondientes, para que ellos cuando crean conveniente y oportuno puedan o no revelar públicamente la información. Nosotros no podemos, no queremos y ni vamos a exponer la privacidad de otras personas como lo están haciendo con nosotros, poniendo en riesgo nuestra seguridad y la de nuestros hijos”, finalizó.

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