Para festejar un Baby Shower, Jéssica Correa, una funcionaria del área de infraestructura, utilizó la presidencia municipal de Chignahuapan y la convirtió en un salón de fiestas a pesar de que hace unos días se dio a conocer un brote de covid en las instalaciones.
Pobladores descubrieron el festejo luego de que en redes sociales se publicaran imágenes de la funcionaria y otros trabajadores del Ayuntamiento en las instalaciones del Palacio Municipal de Chignahuapan.
Al evento no solamente estuvieron invitados servidores públicos de Chignahuapan, también acudieron amigos y familiares de Jéssica Correa, como si se tratara de un salón de fiestas cualquiera.
Los ciudadanos, molestos
Los organizadores llevaron bocinas, comida y lo necesario. Incluso se realizaron los típicos concursos de un festejo de Baby Shower, además de que pidieron a los asistentes ser discretos “porque nadie debe darse cuenta”, según solicitó la funcionaria y sus amigos del Ayuntamiento.
La fiesta fue criticada por vecinos de Chignahuapan en redes sociales porque, cuando tienen que realizar trámites, los ciudadanos son maltratados con el argumento de que las medidas de prevención por pandemia los obligan a retener a los usuarios de servicios públicos en filas en el acceso principal y sólo les permiten entrar “por goteo”.
La fiesta se realizó a la par de la ausencia de más de una semana del edil Lorenzo Rivera Nava, quien dio positivo a Covid-19 durante esta cuarta ola.
El pasado 13 de febrero a través de sus redes sociales compartió un comunicado en el que informó que dio positivo a covid, así como su experiencia al presentar síntomas leves como dolor de cabeza y de garganta.
Hasta el momento, el ayuntamiento no ha dado a conocer una postura oficial sobre la fiesta, si hubo permiso o se trata de un abuso de los servidores públicos municipales.