Liz Truss anunció su renuncia como Primera Ministra de Gran Bretaña este jueves, luego de un mandato de 45 días. En los cuales sus políticas trastrocaron mercados financieros y una rebelión en su partido la despojó de su autoridad.
No puedo cumplir con el mandato sobre el cual fui elegida”, declaró la mandataria.
Apenas el miércoles, Truss había jurado seguir en el cargo, diciendo que “soy una luchadora, no una cobarde”.
Sin embargo, no pudo continuar en el puesto, luego que la Secretaria del Interior renunciara en medio de varias críticas, y una votación en la Cámara de los Comunes cayó en el caos y el rencor días después de que se vio obligada a abandonar muchas de sus medidas económicas.
Su salida deja al partido dividido y en busca de un líder que pueda unir las belicosas facciones.
Un número creciente de legisladores exigía su renuncia luego de semanas agitadas provocadas por su plan económico.
La presentación del plan el mes pasado remeció los mercados y dio lugar a una crisis política con el reemplazo del Jefe de Hacienda, virajes de 180 grados y la ruptura de la disciplina del Partido Conservador gobernante.
MANTENTE AL DÍA CON TODO LO ÚLTIMO EN NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
En el Gobierno imperaba el desorden, afirmaban
Antes de la renuncia de Liz Truss como Primera Ministra de Gran Bretaña, el legislador conservador, Simon Hoare había dicho que en el Gobierno imperaba el desorden.
Nadie tiene una hoja de ruta. Todas son luchas cuerpo a cuerpo, día tras día”, dijo a la BBC el jueves. Añadió que Truss tenía “unas 12 horas” de plazo para corregir la situación.
Truss había convocado a su oficina en el 10 de Downing Street a Graham Brady, legislador y dirigente conservador encargado de vigilar los problemas de liderazgo y a quien le habían encomendado la tarea de averiguar si la Primera Ministra tenía todavía el apoyo de los parlamentarios conservadores. Al parecer, la respuesta fue No.
Un número creciente de parlamentarios conservadores había pedido su renuncia el jueves de la semana pasada para poner fin al caos.
Es hora de que la Primera Ministra se vaya”, dijo la parlamentaria Miriam Cates. Otro, Steve Doublee, dijo que Truss “lamentablemente, no está a la altura de la tarea”. Ruth Edwards sostuvo que “no es responsable que el partido le permita continuar en el poder”.
La furia estalló el miércoles pasado en una votación sobre fracking para gas de esquisto —que Truss buscaba reanudar, a pesar de la oposición de muchos conservadores—, lo cual provocó caos en el recinto.
–Con información de Sin Embargo
Te puede interesar:
dando clic en el periódico