¿Te imaginas que vayas a vacacionar en un lugar tranquilo, en el que no corres ningún tipo de riesgo y de pronto te aparece un cocodrilo en el agua?
Pues esto les pasó a unos vacacionistas en un cenote de Tulum. Todo fluía muy normal, estaban en paz interior, muchas risas, mucha relajación y de pronto apareció un cocodrilo de la nada y peor aún, se fue a postrar a su lado como si estuviera invitado a la fiesta.
Por supuesto, que los ahí presentes se espantaron, pero reaccionaron muy bien, pues guardaron la calma para no alterar a su nuevo amigo, pues si imaginen que lo hubieran estresado, ya una buena mordida cualquiera de ellos se hubiera llevado.