Las fiestas decembrinas terminaron y en enero llega una de las celebraciones más esperadas por los niños y niñas de México: el Día de Reyes.
Acompañando los festejos también hace acto de presencia la rica Rosca de Reyes, una tradición que reúne familias enteras para partir el pan circular que contiene higo, azúcar y numerosas figuras pequeñas con la forma del Niño Dios escondidas, pero ¿conoces su significado? Aquí te contamos.
Se dice que en el siglo III, los romanos celebrarán al dios Saturno con pequeños panes redondos hechos con miel e higo.
Posteriormente, en el siglo XII en la ciudad de Navarra se creaba una especie de rosca para celebrar las fiestas de la región, insertando pequeñas habas al interior del pan y quien encontrará la semilla, se convertía en el Rey o Reina de las festividades: “el Rey de la Faba” le llamaban.
En la época crisantina en Francia en el siglo XIV, las personas realizaban una gran celebración para conmemorar la “Epifanía”, cuya haba colocada al interior del pan representaba al Niño Jesús.
Actualmente y bajo la creencia de la religión católica la figura del Niño Jesús escondido en un símbolo de José y Maria escondieron al pequeño para salvarlo de Herodes.
En México, cada 6 de enero se celebra esta fecha desde la época del Virreinato con el tradicional pan con frutos que representan las coronas de los tres Reyes en su camino a visitar al Niño Jesús.
El platillo se degusta en hogares, centros de trabajo, escuelas y más. Quién parte su rebanada y encuentre la figura del muñeco, automáticamente se convierte en el padrino del Niño Dios.
Cómo encargado, tendrá que vestirlo y llevarlo a bendecir a la iglesia el 2 de febrero, Día de la Candelaria. También le toca pagar con tamales y atoles para todos los asistentes.