Con tan sólo 15 años y unos puños que nockean, Stephanie Martínez Marczak es una joven originaria del estado de Puebla. Mejor conocida como “La Niña de Oro”, ha demostrado ser una de las boxeadoras mexicanas más destacadas del momento a nivel nacional e internacional.
Nacida en el municipio de Acatlán de Osorio, la Perla de la Mixteca, desarrolló su pasión y habilidades por el pugilismo cuando apenas tenía 7 años, un don otorgado por su abuelo, quien también se desempeñó en el deporte cuando era joven.
Mi abuelito fue mi principal inspiración, me contaba sus experiencias y me llamó mucho la atención. Él tenía un costal de box en casa con el que comencé a practicar. Le pedía a mi papá que me llevara a un gimnasio de box, pero nunca lo hizo. Un día de Reyes pedí que me llevaran a entrenar y ahí comenzó todo”, narró Fany.
Tan sólo dos meses después, Fany tuvo su primera pelea contra un niño de la misma edad. La satisfacción de lograr esta victoria la motivó a querer conquistar el ring y convertirse en una profesional.
Con 8 años de carrera, se desempeña como boxeadora amateur y hasta el momento ha participado en 103 peleas de las cuales sólo ha perdido 6. También está reconocida por el Consejo Mundial de Boxeo y llegó a recibir el apoyo del ex presidente de dicha institución, el ex pugilista mexicano José Sulaimán, a quien admira y respeta.
Algunos de los eventos en los que ha tenido presencia son el torneo de boxeo femenil “Puños Rosas”, en el gimnasio propiedad de la leyenda “El Ratón González” y “Dos Naciones un Sueño”.
Recientemente, triunfó en el Campeonato Nacional de Boxeo en Estados Unidos 2020 en la categoría de 119 libras, donde además de enfrentarse con 3 contrincantes más, logró desbancar a la estadounidense Dannia Armwood el pasado 2 de abril, quien poseía el título antes que Martínez.
La joven tuvo que mudarse a la ciudad de Nueva York para comenzar su entrenamiento físico, pues su objetivo es destacar en el “Amateur World Championship Series Green Belt”, del World Boxing Council, que se llevará a cabo del 14 al 16 de mayo en el estado de Misisipi.
Sin embargo, uno de sus más grandes sueños es poner en alto el nombre de México en las próximas Olimpiadas.
Quiero representar a México en las Olimpiadas, es mi mayor sueño, primero Dios lo voy a lograr, quiero ser la número uno de mi categoría y hay que trabajar mucho para lograrlo”.
A su corta edad, ha tenido que aprender a lidiar con las críticas y los comentarios negativos y machistas por el hecho de ser mujer en un deporte dominado por hombres. Fany se ha limitado a demostrar con su trabajo lo mucho que puede lograr el poder femenino sobre el ring.
Siempre te van a decir que como mujer no puedes hacer lo mismo que los hombres, que no eres tan fuerte o tu estilo no impresiona, pero yo he tratado de mostrarle a todos que nosotras como mujeres podemos hacer lo mismo y mucho mejor. Nosotras ofrecemos un buen espectáculo y a la gente le gusta cada vez más ver las peleas de las mujeres”.
Además de continuar sus estudios de preparatoria en línea en el Instituto Universitario Nezahualcóyotl, tiene talento para la actuación y el modelaje y más adelante, desea estudiar la carrera en Administración de Empresas.
La joven promesa poblana abrió el “Golden Boxing Gym”, un espacio de formación deportiva en Neza, Estado de México, dirigido a niños, niñas y adolescentes que por el momento se encuentra suspendido por sus compromisos de trabajo.
A pesar de pasar tanto tiempo lejos de casa, Fany admite que extraña su comunidad y cada que puede, se da un respiro para visitarla y reafirmar el amor y orgullo que siente por sus raíces poblanas bailando la tradicional Danza de los Tecuanes.