Javier López Díaz —El rey de la radio en Puebla— siempre creyó que cualquier persona podía ser reportero, y bajo esta idea fue que hizo su “Red ciudadana” en la que participan taxistas, microbuseros, y cualquier persona que anda en la calle y está cerca de la noticia, como él mismo lo decía “Recuerde que usted es el reportero”.
Javier López Díaz falleció la tarde de este martes 23 de noviembre a causa de un infarto fulminante, a punto de cumplir 60 años. Sus amigos más cercanos como su colaborador Alejandro Montiel, ex secretario de Cultura; Juan Carlos Valerio, conductor de Imagen Televisión Puebla; Carlos Martín Huerta Macías, conductor de Grupo Acir, entre otros, le dieron el pésame e informaron la noticia en sus redes sociales.
Sin duda, López Díaz será siempre recordado por los poblanos pues todos los días desde las 5 de la mañana nos acompañaba en nuestros trayectos al trabajo, a la escuela o en las labores del hogar, desde hace 33 años. Él inició en la radio poblana el 1 de diciembre de 1989 cuando el empresario radiofónico Rafael Cañedo Benítez le dio la oportunidad de conducir el noticiario matutino.
López Díaz con su noticiario “Buenos Días” con el paso de los años se convirtió en el Rey de la radio, pues fue en este medio de comunicación que encontró su verdadera pasión dejando de lado su profesión original que era la Psicología. Su estilo original y único, poco a poco hizo que se posicionara en el gusto de los poblanos, principalmente porque intentaba siempre dar las noticias en tiempo real, haciendo una gran red de gente para reportar lo que sucedía en Puebla.
López Díaz siempre le fue leal a la familia Cañedo, juntos mantuvieron la franquicia de Grupo Acir hasta que a principios de la década de los 2000 se las retiraron por un tema político, y aunque él tuvo la invitación para quedarse con los nuevos directivos de la empresa, prefirió arriesgarse con Coral Castillo y fundar “5 Radio”.
El rey de la radio en Puebla se mantuvo como el favorito de los poblanos y aunque su noticiario no era de tintes políticos, su influencia era tal que cualquier gobernador en turno, alcalde, figura política, religiosa o social le tomaba la llamada. Podía construir o destruir el prestigio de las personas.
López Díaz le apostó a informar sobre temas de delincuencia, la movilidad, y el bienestar de la gente. Ahora le corresponderá a su esposa Lupita y a su hija Kari, salir adelante sin él.
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— Periódico Central (@CentralPuebla) November 23, 2021