Este año, la ofrenda monumental de la Universidad Iberoamericana Puebla también nos apantalló, pues por muy sencilla que parezca, en realidad costó mucho esfuerzo, tiempo y dedicación por parte de los alumnos y docentes de la institución.
Después de dos años de no haber actividades presenciales a causa del coronavirus, por fin se abrieron las puertas de la universidad jesuita y colocaron una ofrenda bastante original para la que se requirieron de 300 macetas con flores de cempasúchil y 300 veladoras. Y como ya es una tradición, la montaron en el ágora de Arquitectura.
La organización corrió a cargo del Centro Cultural de Reflexión y Acción Social, así como de Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura.
Esta ofrenda es para honrar y conmemorar a todas las personas que perdieron la vida durante este año. Ojalá y la Ibero Puebla nos dé chance de pasar a su ágora a admirarla.