Vaya, al menos la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) hizo algo bueno en Puebla luego que echó echara a perder los proyectos del zócalo y del mercado de Amalucan, pues le devolvió su picota al arcángel de San Miguel en la fuente ubicada en el centro de la plaza de armas.
Ahora sí, esta fuente está completa pues durante muchos años el arcángel San Miguel se quedó sin su espada después de un robo. También hubo un intento de reconstruirla con piedra, pero quedó mal hecha, por lo tuvieron que retirársela de nuevo. Esta picota fue elaborada con criterios de restauración de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
De hecho, esta picota formaba parte de su mobiliario permanente y representaba o era símbolo de justicia. Tuvo gran relevancia porque fue el centro de comercialización de la Puebla colonial. Alrededor de la fuente se instalaban vendedores de fruta y verdura sobre todo. Además, abastecía de agua a la ciudad.
Fue diseñada por el arquitecto Juan Antonio de Santa María de Inchaúrregui y tallada por los maestros de talla de piedra Anselmo Martínez y José Francisco Rabanillo, y fue inaugurada el 23 de junio de 1777.
En el año de 1873 fue trasladada al Paseo de San Francisco y en 1962 volvió al Zócalo con a la celebración del Centenario de la Batalla del 5 de Mayo.