“Congreso legisla ya. Aborto legal, justicia social” fue la consigna que abrió paso al contingente de mujeres poblanas en las calles de la ciudad como parte de la manifestación este 27 de septiembre, Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Las colectivas, activistas, madres, adolescentes y niñas, acompañadas de sus amigas, novios y hasta mascotas, tejieron una red verde en las inmediaciones de la Iglesia de San Francisco, con la esperanza de iniciar otro día de protesta en Casa Aguayo, sede del poder ejecutivo estatal. Sin embargo, fueron recibidas por un entramado de vallas y policías estatales en cada uno de los accesos.
Ante ello, cientos de voces se hicieron escuchar: “Nos tienen miedo”. La batucada de El Taller AC retumbó en el Barrio de El Alto para reclamar algo y fuerte la consigna “Hay que abortar este sistema patriarcal” con coraje y valentía, pero también con alegría y fuerza de todas las manas que las acompañaron este día.
Y una vez que todas las asistentes del pañuelo verde llegaron al punto de encuentro, tomaron la 12 Oriente-Poniente para tomar acción por el derecho que debe garantizar el Estado para poder decidir sobre sus cuerpos, para vivir una vida autónoma y libre, sin dar marcha atrás, sin titubear, sin tener que pedir permiso o la aprobación de alguien y poder vivir sin miedo a ser criminalizadas.
Brincando, caminando y hasta corriendo a ratos, más de 600 asistentes celebraron la esperanza que les ha dejado la declaratoria de inconstitucionalidad en contra de la penalización del aborto en Coahuila emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación el pasado 7 de septiembre.
VER: Cientos de mujeres protestan en Puebla a favor del aborto legal y seguro
¿Pero por qué se les veía felices? Porque está decisión puede convertirse en el parteaguas legal que ponga fin a la criminalización y encarcelamiento de las mujeres y personas gestantes que deciden detener su embarazado.
Y, por otra parte, brinda seguridad y bienestar a todas aquellas personas que, por cualquier razón o circunstancia, determinen interrumpir el crecimiento del feto.
Con ello también llegará la justicia social para que nadie más recurra a los abortos clandestinos, para comenzar las estrategias en torno a la educación y salud sexual, para garantizar que las niñas no sean obligadas a gestar y parir, pero, principalmente, para evitar que nadie sea sometida a convertirse en madre en contra de su voluntad.
En el aire flotaron cientos de carteles y puños verdes, que destacaron durante la caminata de más de hora y media con dirección al Congreso del Estado.
La penalización (del aborto) no elimina su práctica, lo lleva a la clandestinidad”
Ni muertas ni presas. Aborto legal para no morir”
No son pro vida, son antiderechos”
Una vida no se salva solo con dejarla nacer” que incluía las cifras de niños en orfanatos y en situación de calle en México.
El macho mexicano: tan presente en la lucha contra el aborto, tan ausente en la crianza de sus hijos” fue una de las pancartas con los mensajes más fuertes del día, dedicada a todos los hombres que deciden entrar a la discusión que le compete a las mujeres.
A esto se sumó: Mucho ‘cierren las piernas’, poco ‘guarden las vergas’.
Y aunque México dice ser un estado laico, donde la ley no se ejerce bajo opiniones y creencias religiosas, durante la marcha las manifestantes se encontraron con grupos de hombres provida que, tomados de las manos, cruces y rezando para sus adentros, “defendieron” con su cuerpo las iglesias del primer cuadro de la ciudad. Para evitar caer en provocaciones, las mujeres decidieron crear su propia valla cubriendo la presencia de los católicos con las mantas que urgen al aborto legal. Esto se repitió por lo menos en 4 ocasiones.
Pero ninguna de estas desestabilizó el movimiento y, por el contrario, brindó la confianza y seguridad a las manifestantes que necesitaban para afirmar con alegría y emoción que muy pronto, México se pintara de verde.
Ver: Cada vez más cerca de legalizar el aborto en Puebla: manifestantes del 28s
Cómo dispuestos a enfrentarse a un grupo de criminales, la policía estatal resguardó la sede del Congreso local. Algunos graban y otros lo hacen desde otros puntos, desde las alturas, en los balcones y las aceras, pendientes de las acciones que llevarán a cabo las activistas.
Pero en esta ocasión no hubo puertas quemadas, sólo a firme convicción de que hoy, las mujeres pueden aspirar al acceso al aborto como un derecho a la salud en un futuro no muy lejano.
Para despedir la velada al lado de sus compañeras y amigas, las poblanas bailan al ritmo de la batucada Lenchamanas, cantan, se toman fotos y se abrazan, porque tal vez, esta sea una de las últimas veces que se reunirán para manifestarse por los derechos de la mujer.
No hay marcha atrás, la despenalización y legalización del aborto en México, está cada vez más cerca.
