Lázaro Jiménez Aquino, el priista que pidió licencia en San Lázaro para blindar con el fuero constitucional a Fernando Reina Iglesias —el esposo de la conductora Galilea Montijo— es ahijado político de Mario Marín Torres, fue exiliado de Puebla por el morenovallismo y encontró refugio en Campeche. Ahora es protegido del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”.
El pasado 7 de diciembre, Lázaro Jiménez quedó bajo los reflectores al solicitar licencia en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, para ausentarse como legislador hasta 30 de diciembre. Su curul como diputado plurinominal del PRI ahora es ocupada por Fernando Reina, y con esto quedó blindado con el fuero constitucional ante las investigaciones en su contra por lavado de dinero.
El esposo de la conductora de televisión Galilea Montijo mantiene vínculos con Víctor Álvarez Puga, pareja sentimental de la ex conductora Inés Gómez Mont quien, junto con ella, se encuentran prófugos de la justicia por las investigaciones en su contra por desvío de recursos del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Lázaro Jiménez es un priista consumado que obtuvo la diputación plurinominal del Revolucionario Institucional (PRI) en la Cuarta Circunscripción, debido a su estrecha relación con el dirigente nacional tricolor y ex gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas.
Lázaro Jiménez fue presidente del Frente Juvenil Revolucionario entre los años 2000 y 2004. También fue regidor del Ayuntamiento de Puebla en el periodo 2002-2005, fungiendo como oposición en la presidencia del panista Luis Eduardo Paredes Moctezuma.
Fue uno de los tantos priistas fieles al ex gobernador de Puebla Mario Marín Torres, actualmente preso por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho Ribeiro: un acontecimiento que marcó el declive del Góber precioso en la vida política.
En el gobierno de Marín, Jiménez Aquino Jiménez fue subsecretario de Comunicaciones Transporte (SCT) y, al final del sexenio, asumió la titularidad de la dependencia, periodo en que se le acusó de entregar de manera irregular un exceso de concesiones a mototaxistas, que generó la proliferación de este servicio en varios puntos de la entidad. Fue señalado de cobrar entre 7 mil y 12 mil pesos por unidad. También cobró moches a transportistas e hizo otros negocios al interior de la dependencia.
Esta situación derivó en una investigación por parte de la Contraloría Estatal, cuando Mario Marín salió de la gubernatura e ingresó el panista Rafael Moreno Valle. Lázaro Jiménez se fue exiliado de Puebla y encontró refugio en Campeche.
La relación entre Lázaro Jiménez y “Alito”
Fue en el PRI de Campeche donde conoció a Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, y se hicieron muy cercanos. Durante tres meses, en 2015, ejerció como presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del expartidazo en dicha entidad. Posteriormente, asumió como delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), cargo en que se mantuvo hasta el 2019.
Lázaro Jiménez fue un factor relevante para que Alejandro Moreno Cárdenas se convirtiera, en su momento, en gobernador de aquella entidad. De acuerdo con fuentes consultadas, el ex marinista operó desde la dirigencia estatal a favor de “Alito” durante la campaña, convirtiéndose en uno de sus cercanos.
En 2020 dejó las riendas del CDE de Campeche. Ese año, ya con “Alito” como dirigente nacional, ingresó como subsecretario y luego como presidente Nacional del Instituto Jesús Reyes Heroles, la famosa escuela de formación política del PRI.
En marzo pasado, CENTRAL dio a conocer que, en dicha función, el ex marinista habría operado para meter mano en las candidaturas a diputados y presidentes municipales de Puebla. Se acusó que a la mayoría de los aspirantes “reprobados” se les negaron los resultados de las pruebas.
La relación entre Lázaro Jiménez y su suplente
Finalmente, Lázaro Jiménez quedó como uno de los dos diputados plurinominales que el PRI colocó para representar a Puebla en la Legislatura federal que inició en septiembre pasado, quedando Fernando Reina, el esposo de Galilea Montijo, como el suplente.
Sin embargo, Lázaro Jiménez no habría designado a dicho perfil pues la decisión recayó en el propio CEN, que es el órgano que decide quiénes quedan como diputados titulares y suplentes.
El vínculo entre Lázaro Jiménez y Fernando Reina sería el propio partido, liderado por “Alito”, ya que Fernando Reina fue elegido por el tricolor para incursionar en la vida política.
De igual forma, la relación entre Fernando Reina y el prófugo Víctor Álvarez se conecta con el PRI. Víctor Álvarez recibió contratos de la Secretaría de Gobernación (Segob) federal, encabezada por Miguel Ángel Osorio Chong, el hombre más cercano a Enrique Peña Nieto que hoy es senador.
Con estos contratos, Víctor Álvarez habría desviado 2 mil millones 950 mil pesos, que comprenden el valor de los contratos adjudicados para un programa de interconexión en siete penales federales, que no fue entregado.