El cadáver de Gisela, de 35 años, quien falleció la tarde del miércoles, fue abandonado en un ataúd, en el lugar donde pereció, en la junta auxiliar Ignacio Zaragoza.
La tarde de este jueves vecinos de las calles Libertad y 16 de Septiembre, reportaron que había un ataúd en la vía pública.
Aparentemente los familiares de la mujer, quien era adicta a drogas, recibieron el cuerpo pero no quisieron realizar el resto de los trámites y por ello lo dejaron ahí.
Luego del reporte a las corporaciones de seguridad pública acudieron agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla, confirmando el reporte.
El lugar fue resguardado por los uniformados y se dio aviso a personal de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Cerca de las siete de la noche se reportó que una persona que formaba parte de la red de apoyo de la mujer reclamó el cuerpo.
Posteriormente se retiró del sitio junto con el ataúd y el cadáver en el interior.
Cabe recordar que la tarde del 3 de febrero Gisela murió en una banca de concreto, por condiciones de salud que cursaba por sus adicciones.
