Este domingo 7 de noviembre se cumplió una semana de la explosión de una toma clandestina de gas LP provocada por huachigaseros, en San Pablo Xochimehuacan, junta auxiliar localizada al norte de la capital poblana. El número de víctimas mortales subió a dos, mientras que 13 personas, entre ellas dos menores, siguen hospitalizadas, y cerca de 10 casas ubicadas en la Zona Cero ya han sido demolidas.
PÁGINA NEGRA realizó un recorrido en calles de dicha junta auxiliar y constató que poco a poco ha ido regresando la normalidad en esta zona, aunque entre los habitantes todavía se percibe preocupación, tristeza y enojó.
Pese a que todavía hay presencia de autoridades tanto del estado como federales, los niños ya salen a jugar a las calles, el transporte público circula con normalidad y los pobladores abrieron sus negocios e instalaron puestos de comida para generar ingresos.
Después de la explosión se generó un conflicto entre vecinos. Por un lado, están quienes apoyan al edil auxiliar, Paulo César Juárez González, alias "El Fantasma", y por el otro quienes lo acusan de encubrir a los ladrones de combustible que provocaron la explosión.
Durante estos días los habitantes de San Pablo Xochimehuacan reconocieron que el robo de gas "es un secreto a voces" e incluso saben en qué domicilios hay tomas clandestinas porque constantemente entran y salen camiones a cargar. De hecho, el pasado sábado 6 de noviembre la Fiscalía General del Estado cateó un predio que tenía la fachada de taller mecánico y decomisó ocho pipas. Dos camionetas tenían reporte de robo y otras dos estaban cargadas; una de ellas presentaba fuga de gas.
El último reporte presentado por el secretario de Infraestructura, Juan Daniel Gámez Murillo, señala que 11 mil 136 m² se encuentran en la llamada Zona Cero y hasta el 4 de noviembre ya habían sido demolidas 6 de las 64 viviendas que presentaron daños estructurales.
De las 191 viviendas con daños menores, 118 fueron liberadas para que los propietarios regresen; sin embargo, en algunas de ellas todavía no se restablecen todos los servicios.
Fotografías en poder de este medio digital muestran que las viviendas que serán demolidas fueron marcadas con una "X". Casi todas están sobre avenida Ferrocarril, tienen cristales y portones rotos y bardas caídas. El proceso de demolición ha sido lento porque no todos los propietarios han dado la autorización.
La demolición está a cargo del Ejército Mexicano, pero participan la Secretaría de Infraestructura, Protección Civil y Bomberos del Estado. El escombro es enviado a San Jerónimo Caleras.
Gas se almacenó en un lugar donde pasaba el río
El gas que la madrugada del 31 de octubre hizo combustión se almacenó debajo de la losa del pavimento de la calle Mexicano, esquina con Ferrocarril y Benito Juárez.
Fuentes informaron a PÁGINA NEGRA que, en este sitio, hace tiempo, pasaba un río y aquí se almacenó el gas hasta que se originó la explosión.
Aquí dejamos las imágenes:
