Sheyla, de 3 años, una de las víctimas de la explosión registrada la madrugada del 31 de octubre en una toma clandestina de San Pablo Xochimehuacan, Puebla, se recuperó favorablemente y fue dada de alta del Hospital del Niño Poblano. Sin embargo, sus padres siguen internados en el Hospital General del Norte y se quedó bajo resguardo del Sistema Estatal DIF.
Leonor Vargas Gallegos, la directora general del SEDIF, explicó que el Procurador de Niños, Niñas y Adolescentes buscó si algún familiar de Sheyla tenía las condiciones para cuidarla porque necesita atención médica. Sin embargo, se determinó que la mejor vía era mantenerla en el albergue del DIF.
Se verificó que no era conveniente. Iba a tenerla una tía, un primo, pero no tenían las condiciones porque necesita atención médica. Los médicos le dieron pañales y aunque tiene 3 años prefieren que no se mueva para que su recuperación sea pronta.
José Antonio Martínez, el secretario de Salud, detalló que la menor resultó con quemaduras de segundo y tercer grado en el 9 por ciento del cuerpo. Los médicos le realizaron aseos quirúrgicos y colocaron parches que permitieron su favorable evolución.
Actualmente se mantienen 14 víctimas de la explosión hospitalizadas. Ocho están graves y de ellos 5 se mantienen intubados con diagnóstico del gran quemado y 6 en estado delicado-
Con el alta de Sheyla, dos menores se mantienen en la unidad de quemados del Hospital del Niño Poblano, 9 adultos en el Hospital del Norte y 3 en el Hospital de Traumatología y Ortopedia.
Fue la madrugada del domingo 31 de octubre cuando se registró una fuga de gas L.P en una toma clandestina ubicada en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, al norte de la capital, provocada por huachigaseros que surtían de forma ilegal una pipa.
La toma explotó en tres ocasiones; sin embargo, ante los reportes de un fuerte olor a gas, las autoridades lograron evacuar a 2 mil personas para evitar una tragedia mayor.