Tragedias

Luz se divorció para dar fin a la violencia; pero le arrebató a su hijo

Luz junto a su hijo Lucca, a quien no vio durante año y medio - Diseño: Sam Navarrete

Luz del Carmen Arredondo tiene 37 años y es madre de Lucca, un pequeño de 7 años. Durante años su pareja y padre del menor ejerció violencia sobre ella, y cuando decidió dejarlo para poner fin a la situación, el suplicio comenzó. Valentín le quito a su hijo, siguió violentándola y la hizo sentir culpable de todo. Hoy, Luz nos comparte su testimonio para evitar que más mujeres vivan lo mismo que ella.

Por Magarely Hernández /@magarelyhl

/ Ciudad de Puebla

Luz del Carmen Arredondo pensó que al divorciarse de su esposo Valentín N. pondría fin a la violencia física, psicológica y económica a la cual estuvo sometida durante meses, pero no fue así. El hombre de 38 años quien actualmente se desempeña como catedrático de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) siguió violentándola, no se cansó decirle que era una mala madre hasta que finalmente le quitó a su hijo Lucca, a quien no vio durante año y medio.

Luz Arredondo, quien tiene 37 años, es Licenciada en Derecho, y compartió su experiencia a PÁGINA NEGRA para evitar que más mujeres permitan ser violentadas por sus parejas y se sientan culpables de su situación. También espera que este miércoles 29 de septiembre María de los Ángeles, la jueza del Segundo Juzgado Familiar del Distrito Puebla se apegue a derecho durante la etapa de admisión de pruebas por el juicio que enfrenta para recuperar a su hijo, porque denunció diversas irregularidades durante su desempeño.

“Nunca supe qué era una relación violenta, lo veía normal”

Luz y Valentín se conocieron en la universidad y comenzaron un noviazgo que duró seis años. La entrevistada aseguró que durante todo este tiempo fue violentada, pero nunca lo supo. Para Luz era normal que su novio le hiciera bromas pesadas, le prohibiera ver a su familia y más a sus amigos, porque le decía que se dejaba influenciar muy rápido por ellos. Valentín solo la quería tener con él, junto a su familia.

En marzo de 2014, Luz y Valentín contrajeron matrimonio, pero siete meses después se separaron. Luz decidió poner fin a su relación porque la violencia incrementó.

Valentín la abofeteó en diversas ocasiones cuando estaba embarazada; su estrés la llevó un mes al hospital. Durante todo este tiempo, el padre de su hijo no la cuidó, argumentando que esa atención le correspondía a su mamá, una señora que en ese entonces tenía 80 años.

Luz explicó que su estrés fue provocado por la vergüenza que sentía al ser violentada. En ese momento ella se desempeñaba como servidora pública en el DIF, y ayudaba a otras personas, menos a ella.

Cuando Luz regresó a su casa se volvió una carga para Valentín. Su esposo en ese momento y padre de su hijo le dijo que estorbaba y mejor la llevaría a su casa. Sin embargo, como ella estaba de incapacidad, él administró durante varios días su dinero y tuvo control total de sus tarjetas y sueldo.

Lucca nació el 6 de septiembre de ese 2014, Luz regresó a casa de su mamá en octubre. Inicialmente, ella se quedó con la guardia y custodia del menor porque Valentín ya salía con otra persona, y no se preocupó por su hijo: “vete con tu chamaco”, le dijo.

Ambos llegaron a un acuerdo para llevar la situación en paz. Valentín veía a Lucca un fin de semana cada quince días, pero la mayor parte de los gastos corrió a cargo de Luz bajo el argumento de que ella ganaba más dinero. El padre de su hijo solo le entregó mil 500 pesos cada mes.

Siempre hubo competencia laboral. Le molestaba que yo ganara más dinero que él porque yo siempre trabajé como servidora pública y él siempre quiso ser catedrático”.

“Me entregaron la sentencia de divorcio, pero la violencia no paró”

En mayo de 2015 Luz recibió la sentencia de divorcio. En ese momento su angustia se incrementó.

Lucca resultó ser alérgico a la leche y su pediatra ordenó cambiar la fórmula que tomaba. Sin embargo, Valentín lo regresaba con manifestaciones de la alergia; entonces, él y su mamá comenzaron a decir que era Luz quien enfermaba al niño, y que no servía para cuidarlo.

Yo siempre tuve problemas con la mamá, hasta en el noviazgo. Valentín es muy apegado a ella y siempre le da la razón. Me decían que yo era la culpable de las alergias por el polvo que tenía en mi casa o por los perros”.

En octubre de ese mismo año, la mamá de Valentín golpeó a Luz cuando los enfrentó por no cuidar las alergias de su hijo. Después, Valentín le dio una bofetada frente a Lucca. La mujer acudió a la Fiscalía General del Estado para presentar la denuncia correspondiente pero el Ministerio Público la persuadió para que no lo hiciera porque sus lesiones eran muy leves y solo levantó una constancia de hechos.

Luz explicó que de esa fecha y hasta 2017 no tuvo “tantos problemas”. Toleró reproches de Valentín  por no comprarle ropa de marca a su hijo, pero pudo sobrellevar la situación. Debido a esto, no actualizó el convenio que firmaron cuando se divorciaron y permitió que Lucca conviviera más tiempo con su papá.

En enero de 2019 la mamá de Luz falleció y Valentín se aprovechó de su tristeza y estado emocional. Tramitó un juicio de retención de menor y meses después le quitó a su hijo.

Valentín la demanda por violencia familiar y ordenan medidas de restricción en su contra

Luz estaba viviendo un duelo tras haber perdido a su madre, y nunca fue notificada por el actuario del Segundo Juzgado Familiar del Distrito Puebla que Valentín interpuso un amparo para quitarle a su hijo.

Aprovechándose de su vulnerabilidad, Valentín también denunció a Luz por violencia familiar y, curiosamente, en ese caso, de inmediato ordenaron medidas de restricción para que no se pudiera acercar a su hijo.

Fue hasta abril de 2020 cuando Luz se enteró de los trámites legales que Valentín emprendió en su contra. Cuando se decretó la suspensión de actividades escolares por la pandemia, Luz acordó con el papá de Lucca que lo tendrían durante una semana, pero un día su hijo ya no regresó.

Se lo doy, voy por él y ya no me lo regresa. Ese mismo día hago un reporte al 911 y me recomiendan levantar una denuncia por sustracción de menor”.

Luz presentó dicha denuncia el 26 de abril de 2020 y promovió un amparo por el juicio que Valentín presentó. La resolución no falló a su favor y en revisión el Quinto Juzgado de Distrito Federal ordenó reponer todo el procedimiento hasta que ella fue notificada.

El procedimiento estuvo tan mal que cuando el actuario hizo una notificación impresa, no se cercioró del domicilio y dijo que sí fue, pero nadie abrió la puerta. También presentó a un extraño que nunca se identificó, el cual supuestamente le confirmó que yo vivía ahí”.

El pasado 1 de junio, la jueza María de los Ángeles repuso el procedimiento pero no pidió a Valentín que se presentará con el niño, para verificar las condiciones en las cuales se encontraba. Luz se volvió a amparar y nuevamente el Quinto Juzgado advirtió dilataciones en el proceso. Por ello, ordenó que Luz podría ver virtualmente a Lucca en el Centro de Convivencia del Poder Judicial del Estado de Puebla. También se especificó que la parte que no se presentara, sería sancionada con 36 horas de arresto.

Valentín no llevó a su hijo a seis visitas. Luz dio parte al Centro de Convivencia y este a su vez al Segundo Juzgado Familiar, pero la jueza no lo sancionó.

El pasado viernes 24 de septiembre Luz recibió una sentencia definitiva en la cual el Quinto Juzgado ordena visitas presenciales para que Lucca regrese con ella. Fue así como después de año y medio pudo ver, hablar y abrazar a su hijo.

Luz asegura que el comportamiento que tiene Lucca con ella no coincide con lo que le dice a los psicólogos. Ya convivieron el pasado fin de semana y no la rechazó; sin embargo, frente a los especialistas dice que prefiere estar con su papá y sus abuelos.

Luz deberá tener un mes de visitas presenciales con su hijo para que pueda regresar a casa. Además, en próximos días presentará una denuncia en contra de Valentín por violencia familiar.

Luz aprovechó para enviar un mensaje a todas las mujeres y les pidió identificar las “banderas rojas” que advierten violencia en la relación.

El mensaje no es sal de ahí. También es protégete legalmente porque a mí siempre me dijo que me iba a quitar al niño porque yo no era una madre. En una ocasión le dije que con mi hijo ya nunca más estaría sola y de ahí se aprovechó”.

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