Han pasado dos meses desde que Susana Cerón Zenteno fue reportada como desaparecida para, días después, ser hallada sin vida en una cuneta del Periférico Ecológico. El principal y único sospechoso de este feminicidio, Efrén N. —quien se desempeñaba como policía estatal de Puebla asignado al Arco de Seguridad de Huejotzingo— ha logrado burlar la justicia pues, a pesar de que su vivienda ya fue cateada y cuenta con una orden de aprehensión, sigue gozando de su libertad y este crimen esta impune.
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El 7 de noviembre de 2020, Susana se encontraba en la casa de su tío, ubicado en la Unidad Habitacional Xilotzingo, al sur de la ciudad de Puebla, cuando, por la noche, llegó su pareja sentimental, Efrén, en estado de ebriedad. El hombre discutió con Susana, le arrebató su celular y la subió por la fuerza a una camioneta Toyota.
La noche del 12 de noviembre, agentes de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) catearon la vivienda de Efrén, localizada en el municipio de Cuautlancingo, pero, aparentemente, no encontraron nada, o por lo menos no se lo informaron a la familia de la víctima.
El cuerpo de Susy fue hallado hasta el 19 de noviembre sobre Periférico Ecológico, a la altura de Forjadores; presentaba huellas de violencia.
Antes de que el cuerpo fuera localizado, el policía estatal de Puebla contaba con una orden de aprehensión por el delito de desaparición de persona; posteriormente, cambió a feminicidio.
Susy tenía 33 años, era madre de tres pequeñas y también trabajaba en la Secretaría de Seguridad Pública. Fue ahí donde conoció a Efrén.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa declaró que las referencias que se tenían del policía no eran buenas porque tenía fama de mujeriego.
A pesar de que la SSP condenó los hechos y se ofreció para colaborar con las autoridades, en la FGE no hay avances en la investigación ni alguna acción relevante en este caso.
Barbosa también declaró que existían indicios suficientes para pensar que Efrén huyó a Estados Unidos. Mientras tanto, el feminicidio de Susana Cerón a manos de un policía estatal sigue impune.