Los habitantes de San Pablo Actipan disfrutaban las atracciones de la fiesta patronal cuando ocho personas murieron y seis individuos resultaron con lesiones de gravedad por la explosión de 144 cohetones que estaban en el interior de la primaria Manuel P. Montes, del municipio de Tepeaca.

Durante la madrugada del 28 de junio de 1971, pedazos de concreto y la puerta de lámina de la primaria volaron a una distancia de 50 metros a la redonda por una detonación.

Testigos declararon que cinco integrantes de una familia murieron al quedar bajo los escombros. Las personas estaban en una carpa que vendía cervezas enfrente de la escuela.

Por la explosión, los habitantes responsabilizaron a las personas que cargaron “el torito” y explicaron que solo dos soldados estuvieron a cargo de la vigilancia. Los militares no pudieron evitar el incidente porque se encontraban cerca de la iglesia.

Quema del torito

Anastasio Méndez, persona que estuvo a cargo de los fuegos artificiales, culpó también a los jóvenes que cargaban “al toro” por la detonación.

En una entrevista para El Sol de Puebla, el artesano declaró que los jóvenes, al estar bajo el influjo del alcohol, lo desobedecieron cuando les ordenó que no se acercaran a la ventana de la escuela porque estaba sin cristales.

Detenidos

Al siguiente día, durante el sepelio colectivo, algunos asistentes aseguraron que los culpables se habían dado a la fuga.

A los heridos los trasladaron al Hospital Civil del Estado. Anastasio Méndez fue uno de los lesionados. Al sujeto lo internaron en el nosocomio en calidad de detenido.

Además del artesano, las autoridades arrestaron como responsables de la explosión al director de la primaria, Vicente Rosas; al presidente del comité de educación, Martín Centeno; al mayordomo de la fiesta, Bibiano Ramírez; y al fiscal, Agustín Ocotlán.

 (Con información de Héctor Martínez Spota, periodista del periódico El Sol de Puebla.)