Las fuerzas federales de seguridad tienen detectado el municipio de Palmar de Bravo como un punto en donde el crimen organizado elabora drogas sintéticas, y para el cual instalaron un laboratorio en el cual han ubicado que se moviliza y almacena fentanilo, la potente sustancia química que multiplica los efectos enervantes y vuelve aún más jugoso el negocio del narcomenudeo.
Información proporcionada a PÁGINA NEGRA señala que la Guardia Nacional (GN) y otras autoridades del orden federal ya tienen registros de varios cargamentos de fentanilo que arriban al municipio de Palmar de Bravo, uno de los municipios del llamado Triángulo Rojo del estado de Puebla.
Los registros de las autoridades federales señalan que estas sustancias se mueven desde una empresa ubicada en el municipio de Chalco, en el Estado de México. La empresa también se encuentra ubicada en varios domicilios del estado de Sinaloa.
La ubicación de Palmar de Bravo resulta estratégica por su cercanía con zonas como Veracruz y Oaxaca, a través de carretera, así como el constante paso de vehículos de carga que vienen desde la Ciudad de México.
Sin embargo, y a pesar de que se conoce la ubicación del laboratorio, por una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Fuerza Armada de México tiene prohibido entrar a municipios de esta zona desde lo ocurrido el 3 de mayo de 2017, en Palmarito Tochapan, localizado en la demarcación vecina de Quecholac, cuando se registró un enfrentamiento y quedó grabado en video una ejecución extrajudicial cometida por militares.
VER: ¿Qué pasó realmente en Palmarito Tochapan?; autoridades y pobladores se contradicen
Dada esta situación, aunque los mandos de este y otros grupos federales ya tienen conocimiento de la llegada y el paso del fentanilo por territorio perteneciente a Puebla, ninguno puede realizar intervenciones en esta zona específicamente.
Apenas el pasado 6 de febrero, la Fiscalía General de la República (FGR) decomisó 2.5 toneladas de metanfetamina; 100,020 pastillas de fentanilo y 1,247 litros de mezcla de hidrocarburo en Sinaloa.
El operativo se realizó a través de la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo (SCRPPA) y en él se detuvo a dos hombres identificados como Loreto G. y Freddy G., por la probable comisión de los delitos de contra la salud, en la modalidad de transporte de clorhidrato de metanfetamina; y fentanilo, así como transporte ilícito de hidrocarburo.
Inicialmente fueron elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México (SEMAR) quienes ubicaron a los hombres al realizar un patrullaje de vigilancia en la franja costera de la Bahía de San Ignacio, en el municipio de Ahome, Sinaloa.
Ahí fue que observaron una embarcación tripulada por dos hombres, la cual no contaba con luces de navegación. Al realizar una inspección, localizaron y aseguraron 956 recipientes con dos toneladas 535 kilos 89 gramos de clorhidrato de metanfetamina, 100 mil 20 pastillas de fentanilo, mil 247 litros 98 mililitros de mezcla de hidrocarburo; además les fue incautado dinero en efectivo, dos teléfonos celulares, dos dispositivos GPS y la embarcación.
En Puebla también se han dado este tipo de decomisos. El más reciente incluso fue catalogado como “millonario” por las autoridades federales y locales.
El 16 de diciembre un lote de 42 kilogramos de fentanilo, con un valor de más de 353 millones de pesos, fue localizado en los pasillos de la Central de Autobuses de Puebla (CAPU) por elementos del grupo K9 de la Secretaría de Seguridad Pública. El químico decomisado está valuado en 352 millones 548 mil pesos.
El Instituto Nacional Sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de los Estados Unidos considera los efectos de este narcótico sobrepasan en un 50 o 100 por ciento los ocasionados por la morfina o la heroína y una sobredosis, puede producir graves daños en el organismo o incluso la muerte.
La localización de la droga ocurrió luego que elementos de la Sedena y policías municipales efectuaban un recorrido de seguridad en pasillos de la central camionera; uno de los perros entrenados modificó su comportamiento frente a una caja de cartón.
En ese entonces los elementos inspeccionaron el paquete y encontraron en su interior más de 130 frascos de plástico, que almacenaban una sustancia con características similares al fentanilo y preguntando sobre la procedencia del paquete se confirmó que fue enviado de Guadalajara.
Hasta octubre de 2020, la pastilla de esta droga sintética se estimaba con un valor en el mercado negro de un total de 420 mil pesos aproximadamente; un kilogramo de fentanilo tiene un valor de 8 millones 394 mil pesos. Por lo que, según la Sedena, este cargamento asciende a una cifra de 352 millones 548 mil pesos.
De acuerdo con estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingles) de los Estados Unidos de América (EUA), la causa de 36 mil 500 muertes en 2019, derivaron de sobredosis por consumo de opioides o drogas sintéticas como el fentanilo.
Desde 2019, la DEA tenía identificado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como el principal introductor de fentanilo en el país, y Puebla se encontraba entre las 13 rutas para introducir este fármaco.
En octubre del 2020, la Fiscalía General de la República confirmó que Puebla se encuentra identificada como una de las entidades a la que se intentaba enviar un cargamento de químicos precursores para la fabricación del fentanilo.
Varios botes de químicos precursores para generar el opiáceo sintético llegaron a Ensenada, Baja California, el 25 de octubre y tenían como destino Puebla y Guadalajara, en México y Anchorange, en Estados Unidos.
El CJNG ha usado Puebla como conexión desde Guadalajara por su cercanía a zonas como Tlaxcala, Veracruz, Hidalgo, Guerrero, Ciudad de México y Estado de México.
Ver: Decomisan millonario cargamento de fentanilo en la Central de Autobuses de Puebla