Delincuencia

Mayo de 1981: Policías detuvieron a “La Pequinesa”, asesino y violador de siete niños

-

Agentes de los Servicios Especiales arrestaron a José S. y Juan C. por la muerte del niño Sandro R., menor que agredieron sexualmente y calcinaron para que sus padres y las autoridades no lo identificaran

Por Eloy Rodríguez Linares/@linares_eloy

/

El siete de mayo de 1981, agentes de los Servicios Especiales arrestaron a “La Pequinesa” y a Juan C. por el asesinato de Sandro R., niño de ocho años, originario de San Pablo del Monte, que trabajaba como bolero en el mercado La Victoria.

Cuando “La Pequinesa” aceptó ser el responsable del asesinato y violación de siete niños, pidió a las autoridades que no lo llevaran a la Cárcel Municipal de San Juan de Dios porque los delitos que cometió violaban el código de honor de las personas privadas de la libertad.

Por el temor de que lo mataran en la prisión, “La Pequinesa” intentó lanzarse del edificio de la Inspección de Policía y azotó su cabeza contra la pared para tratar de provocarse una fractura en el cráneo.

Terreno baldío

A principios del mes de febrero, la madre de Sandro R. identificó el cuerpo calcinado de su hijo en un terreno colindante a la estación de ferrocarriles de la colonia Luz Obrera.

De acuerdo con la declaración de “La Pequinesa”, la tarde del 11 de febrero, Juan C. llegó con el niño al terreno baldío y lo obligaron a consumir unas pastillas y bebidas embriagantes para atacarlo sexualmente.

Cuando Sandro R. amenazó a “La Pequinesa” y a Juan C. de acusarlos con sus padres y la policía, los agresores lo asfixiaron con una cuerda que ataron a su cuello. Y, para que no lo identificaran, calcinaron su cuerpo.

La madre de Sandro R. reconoció el cadáver por un pedazo del pantalón y por los calcetines que tenía puestos.

Dos semanas antes, Sandro R. conoció a “La Pequinesa” y a Juan C. en el mercado La Victoria. En aquella ocasión, lo llevaron al mismo terreno para emborracharlo con tequila.

Historial delictivo

Por asaltos en la vía pública, robos a casas habitación, privación ilegal de la libertad, daño en propiedad ajena, delitos contra la salud, vagancia y mal vivencia, José S. estuvo tras las rejas en 47 ocasiones.

La primera víctima que “La Pequinesa” agredió de manera sexual fue a su sobrina. Por el delito pago una pena de cinco años en la cárcel.
En la mayoría de los asesinatos, los cadáveres los lanzó al canal del desagüe de la colonia Moratilla.

Canal de desagüe

José S. recordó que al salir de una pulquería encontró a una niña que llevó de la mano a un terreno baldío cercano a la autopista México-Puebla, lugar en donde la agredió y ahorcó. Su cuerpo lo encontraron en el desagüe de la colonia Moratilla. El cadáver lo identificaron con el nombre de Carmen S., de cinco años. El 26 de julio de 1980, sus padres la reportaron como desaparecida.

En marzo de 1978, “La Pequinesa” asesinó a un homosexual que conocían como “El Espadas”, de 16 años, en un lugar cercano en donde ultrajó a la niña. Después de que cometió el crimen, abusó sexualmente de su víctima y lanzó el cadáver al río Atoyac.

Sin acordarse de la fecha, “La Pequinesa” declaró que aventó el cuerpo de Miguel H., de 9 años, al desagüe de la colonia Moratilla. Al niño lo encontró en el cine Guerrero cuando observaba la cartelera y para que lo acompañara le ofreció dinero.

Venganza

La noche del 25 de marzo de 1978, José S. acudió al domicilio que se encuentra en calle 24 Oriente número 4, interior 12 para vengarse de viejas rencillas que tenía con Raúl Gutiérrez, sujeto que fue su compañero de celda en la cárcel de San Juan de Dios.

Raúl Gutiérrez optó por esconderse al observar que José S. estaba afuera de su casa, cuando mandó a su hija, de seis años, con la vecina, “La Pequinesa” la interceptó y la llevó a un terreno baldío de la 28 Oriente para violarla y asesinarla a puñetazos.

Línea La Normal

José S. declaró que, en 1978, al abordar un autobús de la línea La Normal, le ofreció a Aurelio A., de 12 años, 20 pesos para que lo acompañara a su casa. “La Pequinesa” ahorcó y abandonó su cadáver en la Avenida Hermanos Serdán, a la altura de la colonia Francisco Villa.

(Con información de Gustavo Paz Bretón y Cristóbal Ortiz Ruiz, periodista y fotorreportero del periódico El Sol de Puebla)

189540270 218286283192227 3988356795675246055 n

 

 

COMENTARIOS